La Candelaria

Cada año, el 2 de febrero, la Iglesia celebra la fiesta de La Candelaria, una fecha especialmente significativa para Uruguay.

Exactamente 40 días después de la Navidad se celebra la fiesta litúrgica de La Candelaria. Conmemora la Presentación de Jesús en el templo de Jerusalén y la purificación de su madre, María, un rito prescripto por la Ley de Moisés, al que la Virgen se somete como signo de obediencia a los mandatos de Dios. «¿Aprenderás con este ejemplo, niño tonto, a cumplir, a pesar de todos los sacrificios personales, la Santa Ley de Dios? » San Josemaría Santo Rosario

La fiesta fue oficialmente instituida por el Papa Sergio I en el siglo VII, aunque la Iglesia de Jerusalén conmemoraba anualmente este misterio ya en el siglo IV.
El nombre popular de La Candelaria o Fiesta de la luz proviene de la tradición de hacer ese día una procesión en la que los fieles llevan velas encendidas.
Al igual que en la ceremonia de la Vigilia Pascual, las velas son expresión de la vida cristiana: un camino iluminado por la luz de Cristo, un símbolo de la presencia perenne de Jesús y de la luz de la fe que los fieles reciben en el sacramento del Bautismo.

Para Uruguay, la fiesta tiene una significación especial. El 2 de febrero de 1516, se celebró la primera misa en lo que hoy es su territorio.

Ocurrió en las cercanías de la bahía de Maldonado, a la que Juan Díaz de Solís, comandante de aquella primera expedición europea que llegaba al Plata, llamó precisamente De La Candelaria.

El sitio en el que se habría llevado a cabo la ceremonia, está marcado por un pequeño templete levantado en una explanada entre rocas, que da abrigo a una imagen rústica de madera policromada de la Virgen con el Niño.

A muy poca distancia de ese histórico lugar, en la ciudad balnearia de Punta del Este, se levanta la Parroquia de Nuestra Señora de La Candelaria, patrona de la ciudad.

También desde allí, cada 2 de febrero, parte la procesión de la Fiesta de la Luz.