El Arzobispo de Montevideo presidió la Eucaristía en la fiesta de San Josemaría

"La gloria de Dios se refleja en la vida de los santos", comentó Mons. Cotugno al comienzo de su homilía, en la que hizo referencias a que la llamada a la santidad es universal, para todos; una enseñanza predicada por San Josemaría desde 1928, y luego solemnemente proclamada por el Concilio Vticano II.

En una Catedral Metropolitana colmada de fieles, el Arzobispo de Montevideo, Mons. Nicolás Cotugno, junto a su Auxiliar, Mons. Milton Tróccoli, presidió la Eucaristía el pasado viernes 25 de junio, con ocasión de la fiesta de San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, canonizado por Juan Pablo II en 2002, y cuya memoria litúrgica se celebró el 26 de junio. Concelebraron, entre otros, el Vicario Regional de la Prelatura del Opus Dei en Uruguay, P. Carlos Ma. González Saracho y el Rector de la Facultad de Teología, Pbro. Antonio Bonzani.

"La gloria de Dios se refleja en la vida de los santos", señaló Mons. Cotugno al comienzo de su homilía, en la que hizo referencia a que la llamada a la santidad, es universal, para todos, una enseñanza predicada por San Josemaría desde 1928, y luego solemnemente proclamada por el Concilio Vaticano II en los años 60. “Si la santidad es la obra del Espíritu Santo, al hombre le corresponde disponerse dócilmente a sus inspiraciones y, para esto, no son incompatibles las circunstancias de la vida corriente en las que a todos nos toca vivir”, precisó.

Al mencionar la misión evangelizadora en los distintos ambientes, el Arzobispo de Montevideo hizo especial referencia a los universitarios, a quien se prestará particular atención.

La ocasión fue propicia para invitar a los fieles presentes a sumarse también a la fiesta de San Pedro y San Pablo del martes 29 de junio, como forma de expresar unidad con el Romano Pontífice, en estos tiempos de tantos ataques a la Iglesia, "que lo son a Cristo mismo".

Al finalizar la Misa, el P. González Saracho reafirmó la invitación anterior citando unas palabras que con frecuencia repetía San Josemaría como un lema que resumía su vida y sumisión: "¡Omnes cum Petro ad Iesum per Mariam!" (Todos con Pedro, a Jesús por María).La procesión final fue acompañada por las voces de los presentes entonando el Himno de la Misión Continental “Recomenzar desde Emaús”.

(Crónica e imagen tomados de Quincenario “Entre Todos”, Nº 232)

Noticeu, 1º de julio 2010 (boletín electrónico de la CEU)