Construir una cultura sana y fuerte basada en el matrimonio

La Universidad de Montevideo invitó al experto en Sociología, William B. Wilcox a presentar su investigación “Why marriage matters: a view from the social sciences”.

Prof. Bradford Wilcox

El 28 de setiembre pasado, el sociólogo estadounidense, especializado en familia, expresó su preocupación por la crisis que actualmente atraviesa el matrimonio. Presentó resultados de su investigación contrastando datos de Estados Unidos, Noruega, Suecia y Uruguay y panteó algunas acciones a seguir para revertir esta situación.

Como consecuencia del divorcio, la cohabitación y los hijos tenidos fuera del matrimonio, en los últimos 40 años “en el mundo desarrollado, el matrimonio ha dejado de ser la institución más común” y “los niños se crían sin uno de los padres” con más probabilidades de sufrir suicidio, adicción a las drogas, depresión, delincuencia o mal desempeño escolar.

Según su estudio, en Estados Unidos, el 35% de las niñas cuyo padre las abandonó antes de los 6 años, queda embarazada en la adolescencia; contra un 5% de las que viven con los dos padres; y un 10% de las que fueron abandonadas por su padre, entre los 6 y los 18 años. Por otra parte, se ha comprobado que los adultos casados viven 10 años más que el resto y gozan de un bienestar psicológico mayor.

Salvar al matrimonio para salvar a la sociedad

Wilcox sostuvo que “el matrimonio es para la sociedad en general y no sólo para las personas individuales”. Tal es así que los gobiernos también se ven perjudicados por la crisis matrimonial. “Cuando la familia no funciona, los gobiernos incurren en enormes gastos de salud, prevención de delitos y educación” , porque, “el estado se convierte en el protector de la sociedad para beneficiar a estos niños” .

Entre las ventajas del matrimonio destacó la ayuda mutua entre los cónyuges, el monitoreo conjunto en la educación de los hijos, la disminución del stress económico, la promoción de la estabilidad en el hogar, la mayor y mejor relación de los hijos con cada uno de los padres y el contar con la ayuda de dos familias, la de la madre y la del padre.

Wilcox destacó que en el matrimonio juegan un papel importante los talentos específicos de cada uno de los cónyuges: la maternidad y la paternidad. Sin embargo, estas ventajas y beneficios propios de cada cónyuge tienden a disminuir en la sociedad entera.

Por dónde caminar

El primer ámbito son las políticas públicas, a través de las cuales, sostuvo, se debería dar beneficios a las parejas casadas. También es importante que las organizaciones que trabajan a favor de la familia den una imagen positiva de la misma y enseñen al hombre a involucrarse más en su matrimonio. “Las mujeres no reciben el apoyo emocional que necesitan” , y agregó que actualmente en EEUU, varias organizaciones han comenzando a estimular a los hombres para que hagan más cosas con el fin de que sus esposas sean felices. Del mismo modo, destacó la importancia de que en las empresas las políticas de trabajo beneficien a los empleados con familia, de modo que el matrimonio pueda pasar más horas juntos.

Fuente: sitio web de la Universidad de Montevideo