Benedicto XVI: 4 X 20

Artículo publicado con ocasión del 80º cumpleaños de Su Santidad Benedicto XVI.

Mañana cumple años el Papa, y son tantos y es tan pesada su carga que el sentimiento espontáneo de piedad se traduce en una exclamación: “¡pobre Papa!”...

En efecto, ¡pobre Papa! Al ser elegido para guiar a la Iglesia, hace dos años, tenía veinte más que los de su antecesor cuando comenzó su pontificado. ¡Pobre Papa!, que soñaba con dedicarse a estudiar, a pensar, a escribir, a rezar... y tiene que llenar muchas horas de su día escuchando interminables discursos, y estudiando y resolviendo problemas a granel. ¡Pobre Papa!, que es la diana del tiro al blanco de muchos que no comprenden su misión y no tienen ningún interés en comprenderla...

La lista de motivos de compasión puede ampliarse, pero quien tenga la suerte, un miércoles cualquiera, de encontrarse en la Plaza de San Pedro cuando habla Benedicto XVI, sentirá que se despiertan en él otros sentimientos..

De agradecimiento a Dios, el primero, porque sus elecciones superan maravillosamente los cálculos -¡tan errados!- de los hombres (imposible un Papa alemán; imposible que sea Ratzinger...) De admiración, enseguida, por el número de personas que reúne el Papa en cada audiencia, entre 20 y 30.000, más que Juan Pablo II (la Verdad atrae en cualquier idioma). De asombro, por el contraste entre el tono suave de su voz, y la profundidad y firmeza de sus conceptos (la Verdad no es gritona). De adhesión a las enseñanzas de Jesucristo, del cual predica con cálida y transparente sencillez, frutos de su vida de oración y de su inteligencia excepcional (la Verdad mueve al abrazo).

Y un sentimiento de orgullo por pertenecer a la Iglesia Católica, que después de un Papa santo tiene ahora en el timón a un enamorado de la Verdad que, al cumplir años en el 2007, estrena por cuarta vez la juventud de su amor. Por esto, la Iglesia reza para que el Señor nos lo conserve y le dé larga vida y lo haga santo... y para que le seamos fieles. Amén.

                                                                                            Jaime Fuentes, 15-04-07

Jaime Fuentes // Diario "El Observador"