La idea de llevar rosas blancas a la cripta del Oratorio de Santa María de Bonaigua, donde reposan los restos de Montse Grases, se empezó a gestar en el mes de junio.
A pesar de ser época de exámenes, final de curso, con restricciones por la pandemia... valía la pena celebrar de una manera especial el 10 de julio, aniversario del nacimiento de Montse.
Seguro que había personas que querrían agradecerle tantos favores recibidos por su intercesión, pero que por la distancia no les sería posible; en cambio, a las personas que viven en Barcelona les sería más fácil visitar la cripta para rezarle el día de su aniversario. E, incluso, llevarle unas flores.
Ochenta años, 80 rosas blancas
Fina, una amiga de Montse que ahora reside en Murcia, pero que durante un tiempo vivió en Barcelona y forma parte del Comité de Amigos de Montse Grases, comparte cómo surgió la iniciativa de las rosas blancas: "Se me ocurrió que a la gente joven del entorno del Oratorio le gustaría hacer una ofrenda de flores blancas a lo largo del día. Llegar a 80 rosas me parecía una locura, la verdad. ¿Quién estaría a pie de cripta en julio por colocar las flores? Sólo conocía a tres personas; pero ¡hay mucha devoción a la venerable Montse y existe Internet! Avanzamos: primero llegan 8 rosas blancas de hijos de amigas, después, 15, y sumando... Y cuando se abrió el oratorio el día 10 -día de su cumpleaños- ya había 80 rosas".
Desde el Colegio Mayor Bonaigua, prepararon un cartel para difundir la iniciativa, pues muchas de las jóvenes que viven en el colegio o participan de los medios de formación que se ofrecen en él son "amigas" de Montse y le piden su ayuda: "Me hace muchísima ilusión colaborar. Yo le pido muchas cosas" o "¡Llevaremos nuestra rosa!" fueron algunas de las expresiones espontáneas de las jóvenes universitarias de Bonaigua al conocer la iniciativa.
Una rosa, un favor, un agradecimiento
Desde bien temprano, acudieron al Oratorio diversas personas, que daban paso a las siguientes. Dentro, como la cripta es pequeña, sólo dos o tres, rezando con mucha devoción. A la derecha de la capilla, la tumba de Montse y, a su lado, la imagen de la Virgen que acogió tantas oraciones en su vida.
La primera rosa fue la de un hombre en nombre de su familia: por agradecimiento y devoción a Montse y por afecto a la Obra.
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— Opus Dei (España) (@opusdei_es) February 21, 2018
Poco después llegó un ramo de rosas de Terralta, de parte de estudiantes del centro de la Obra que participan en los medios de formación, como los que ayudaron a Montse en su camino hacia la santidad. Poco a poco, se creó un ambiente de oración en la cripta (por la pandemia se pidió que se dejara paso a las siguientes personas).
Por la tarde, continuaron llegando gente muy variada: adultos y adolescentes, personas mayores, e incluso algún niño. Mucho silencio y oración. Los más jóvenes ponían la mano en la lápida, como para conectar, como una llamada de atención.
Tere es una estudiante de Magisterio: "Apenas conozco el Opus Dei. Me impresiona venir y ver la alegría de Montse, lo que le pasó y su alegría de fondo, su sonrisa. Ver las fotos de la entrada de la cripta me transmiten una gran alegría y me gusta orar con ella. No sabía que hubiera cumplido hoy ochenta años".
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El 10 de julio de 2021 #MontseGrases cumpliría 80 años. La Iglesia reconoce en ella un ideal de belleza: una vida normal, pero hondamente marcada por el amor, vivido hasta el extremo.
Via @parroquiagavia para conocer su vida, a la luz del Evangelio⤵️https://t.co/j8AtEwq2PZ
— Lucas Buch (@llucbuch) July 10, 2021
Almudena es una estudiante de Arquitectura, que también acaba de conocer el Opus Dei, y que visita tras visita le ha tomado cariño a Montse, también por los favores que le ha conseguido. "Estoy muy ilusionada por estar aquí en su 80 aniversario", comenta. "Sólo le he pedido que haga muchos milagros para que la canonicen pronto".
La devoción a Montse llega a muchos lugares. Amaka es de Nigeria. También ha ido a rezar a la cripta. Actualmente, vive muy cerca de Bonaigua y le ayuda venir y rezar.
Y, finalmente, Mariángeles, que ha venido "a traer rosas por dos personas, para dar gracias a Montse por dos favores: llevo una rosa de parte de un sobrino mío que es sacerdote y cada paso que ha dado lo he encomendado a la intercesión Montse, él ve que debe su vocación a Montse. Y otra rosa de parte de una amiga mía, ahora madre de una niña que parecía inviable y por la que hemos pedido mucho a Montse Grases. Ahora está en estimulación, pero saldrá".