"Veo cómo es posible su deseo de llegar a todas las personas"

"La influencia de las enseñanzas del espíritu que supo transmitir san Josemaría, lo puedo manifestar a través de mis 21 años de trabajo en la promoción social y humana de las personas del medio rural de mi país". Testimonio de Juan María Cabrera, director de una escuela agraria en Uruguay.

Juan María Cabrera con algunos alumnos de la escuela.

Juan María Cabrera. Director de la Escuela Familiar Agraria Los Nogales.

Juan María Cabrera con algunos alumnos de la escuela.

En 1980 un grupo de profesionales del sector rural nos propusimos comenzar esta labor en beneficio de pequeños campesinos y sus familias inspirados en el deseo del fundador del Opus Dei de impulsar este tipo de actividades.

Fue así que pusimos en funcionamiento la primera Escuela Familiar Agraria (EFA), denominada "Los Nogales". En un comienzo se ubicó en una zona rural, periférica a Montevideo, en la localidad de Juanicó. La escuela carecía de lo más mínimo, solo existía el local escolar, una casa alquilada por los promotores.

Aquella primera EFA fue consolidando su crecimiento a través de un trabajo estrecho con los padres de los alumnos, que siempre han sido los principales promotores. La escuela crecía y la casa fue quedando chica por lo que era necesario comenzar a pensar en construir una sede nueva, con instalaciones cómodas y adecuadas. La falta de medios económicos nos llevó a intentar conseguir ayuda de una fundación u ONG del exterior, a través de un proyecto. Sabíamos que san Josemaría nos ayudaría en este nuevo emprendimiento y fue así que comenzamos a rezar todos -familias, alumnos, exalumnos y amigos- para conseguir este favor.

Después de dos años y luego de sortear algunos inconvenientes, logramos la aprobación del proyecto y pudimos construir una linda sede escolar, donde las actividades se han multiplicado al igual que los alumnos. Como es lógico surgieron nuevas necesidades: pupitres, mesas, camas, electrodomésticos, equipos de apoyo didácticos, etc. Esto nos llevó a comenzar nuevas gestiones de petición de ayuda a empresas y particulares.

Intercesión de san Josemaría

Recuerdo aquella vez que fui a una Embajada para realizar una gestión económica y durante la entrevista, la persona que me recibió tuvo que retirarse unos minutos. Aproveché para rezar la oración de la estampa del beato Josemaría. Al volver, el funcionario diplomático concretó una generosa contribución en electrodomésticos, material didáctico y mobiliario escolar.

Una fundación nos concedió el dinero para comprar un vehículo y por ser la EFA una entidad de fin social solicitamos la exoneración de impuestos, que equivale al 50 % del valor total. Hicimos las gestiones ante el Ministerio correspondiente. Todo parecía fácil pero la tramitación comenzó a sufrir dificultades insalvables. La situación hizo que tuviera que tomar contacto directo con el Ministro, que me explicó que era muy difícil conceder tal exoneración. Pero gracias a la intercesión de san Josemaría, la tramitación se pudo destrabar y se logró comprar así los dos vehículos que se necesitaban para desempeñar las tareas docentes y productivas.

En el presente, la labor de las EFAs se ha multiplicado por el crecimiento del número de escuelas. Actualmente son tres. Toda esta realidad me hace pensar en lo cierto que era lo dicho por san Josemaría: "Soñad y os quedaréis cortos" y en la gran fe en Dios que tenía, para poder decirnos eso con tanta seguridad y firmeza.

También veo su deseo de llegar a todas las personas de los más diversos sectores de la sociedad, ricos y pobres, intelectuales, artesanos y campesinos, blancos y negros, amarillos y cobrizos. Es posible, porque todos somos hijos de Dios. Las enseñanzas de Josemaría Escrivá nos llevan a preocuparnos por las personas más vulnerables del medio rural, a confiar más en Dios y en ser instrumentos para la difusión de su espíritu de la santificación del trabajo, santificando a través de éste a los demás y a nosotros mismos.

Testimonio publicado en el libro “San Josemaría y los uruguayos”, editado en Montevideo con ocasión del centenario de su nacimiento. El volumen recoge 65 testimonios de uruguayos, fieles de la Prelatura y amigos, que cuentan cómo conocieron y cómo viven las enseñanzas del fundador del Opus Dei.