​«Yes, I love Guadalupe»

La vida de Guadalupe inspira. Peregrinos de países como Filipinas, Nigeria, Italia, Japón o Camerún han acudido a su beatificación, para agradecerle su santidad sencilla y normal, que desearían imitar para acercarse a Dios.

Filipinas: “Nos obtuvo el visado”

Ariel ha venido desde la ciudad filipina de Iloilo al frente de un grupo de quince jóvenes. “Lo que más les gusta de Guadalupe es su faceta de maestra”, cuenta. En este tiempo, les ha concedido muchos favores intercediendo por ellos ante el Señor. “Sin ir más lejos, nos ayudó a obtener el visado el día antes de venir a España!”.

México: los ahorros de quince años

Alumnas del colegio Montefalco de México, iniciado por Guadalupe, tienen claro lo que más les atrae de ella y se amontonan para contarlo: “Su ejemplo, su dedicación, la verdadera vocación, su sonrisa... Sobre todo, que es mujer”. Muchas de estas niñas han empleado para el viaje todos sus ahorros y el dinero que habían ido obteniendo como regalo para su fiesta de los quince años.

El grupo de estudiantes del colegio Montefalco.

Polonia: Un ejemplo para las madres

Katarigne viene de Varsovia (Polonia) y ha participado en la ceremonia con su marido, Michal y una de sus cuatro hijas, María. “Guadalupe era una persona feliz y con muy buen sentido del humor, y esto es muy atractivo para mí. Es una mujer valiente, no tenía miedo de nada porque creía tanto en el amor de Dios... Y a la vez, era muy normal. Es un ejemplo para las madres, para las mujeres... Simplemente, ¡me gusta Guadalupe!”.

Croacia: Cuidar a los amigos

Para Nina, croata de 23 años, “Guadalupe es una de nosotras. Cuando lees su vida te identificas. Si ella ha llegado a ser santa, ¡nosotras también! Era alegre, y en eso me gustaría imitarle”. Con Nina vienen otros jóvenes de Zagreb y Split: “Ojalá aprenda de ella a cuidar a mis amigos como ella cuidó a los suyos”. También le pide ayuda para sacar adelante una iniciativa dirigida a potenciar la oratoria y el liderazgo de los jóvenes croatas.

Nina, de Croacia, tiene devoción a Guadalupe
Costa de Marfil: Los pasos de Jesús

“Presenciar cómo la Iglesia nos recuerda que alguien siguió de cerca los pasos de Jesús... ¡Me encanta este momento!”. Así de feliz se muestra Boris Tra Bi, de Costa de Marfil, que trabaja en una compañía eléctrica. “Yo quiero ser santa como Guadalupe, ayudar con mi trabajo a la evangelización del mundo”. Boris le reza a Guadalupe hoy especialmente por “la familia, por las mujeres de mi país y del mundo entero, y por la paz real en Costa de Marfil, la paz de Dios”.

Camerún: “Que cuide mi matrimonio”

Constance Owona-Bell es de Camerún, tiene 61 años, está casada y es madre de 4 hijos y 5 nietos. “Desde hace 20 años recibo formación cristiana gracias al Opus Dei. De Guadalupe me atrajo su amabilidad, su alegría y el amor al trabajo y a Dios”. A ella le pide que vele ante Dios por su matrimonio, por sus hijos y nietos, por su trabajo y por su salud.

India: “Una santa que se pintaba los labios”

«Lo que más me gusta de Guadalupe es su amor a Dios»

Nikita es india, tiene 23 años y es diseñadora de moda. Cuenta que cuando conoció a Guadalupe quedó fascinada: “¡Es una santa que se arregla y se pinta los labios! Además, era muy rápida en adaptarse a las distintas circunstancias y en responder a lo que había que hacer”. Nikita ha venido con un grupo de mujeres de India y Sri Lanka, y han aprovechado para visitar todos los lugares de Madrid relacionados con san Josemaría y la beata Guadalupe, entre otros, la casa Los Rosales.

Kenia: una beata que conecta

Yna Mkomge es de Kenya y asegura que lo que más le gusta de Guadalupe es su “sencillez, inteligencia, educación... Pero, sobre todo, su amor a Dios. Enseñó que todo el mundo puede conectar con Él, desde los niños hasta los mayores. Y por eso ella también conectaba con todo el mundo”.

El grupo de Nigeria pasó por el Real Oratorio de Caballero de Gracia para rezar ante los restos de Guadalupe.
Nigeria: “Los que le rodeaban eran felices”

Benita Maduadichie, nigeriana, tiene algo que agradecerle: “Pedí a Guadalupe que intercediera por mi ante Dios para lograr un trabajo. Hace una semana lo encontré”. Su compatriota, Nnezi Ivenso, destaca de Guadalupe “su actitud ante la enfermedad, que aceptó sin sobresaltos y con alegría; ella hacía que los que le rodeaban fueran felices”.