Guadalupe, intercesora oficial para todo mi doctorado

Relato de un número (el 58), una novena a Guadalupe y el título de intercesora de una chica que investiga el cáncer.

Rezar por intercesión de Guadalupe Ortiz de Landázuri le llevó a tratar de afrontar el trabajo de investigadora como lo hizo ella, y le ha nombrado intercesora oficial para todo su doctorado.

“58”. Así resume el número de veces que en el último año y medio he repetido una serie de experimentos relacionados con la investigación del cáncer.

Me sorprendió cómo Guadalupe se había dedicado a la investigación y a la docencia universitaria ya de mayor

Es cierto que nunca se ha dicho que hacer un doctorado sea fácil, pero después de mucho tiempo de no sacar resultados claros, la tan famosa paciencia, madre de la ciencia, corría el riesgo de esfumarse. En ese contexto, un buen día, gracias a una amiga, se me ofreció la oportunidad de hacer una estancia de investigación para tratar de sacar algún resultado claro con una tecnología nueva. En ese instante, vi clarísimo que necesitaba una intercesora para este cometido.

Muchos años atrás había caído en mis manos la biografía de Guadalupe Ortiz de Landázuri y de su lectura solo recuerdo que me gustó mucho su historia y me sorprendió cómo Guadalupe se había dedicado a la investigación y a la docencia universitaria ya de mayor.

Leer cada una de las anécdotas [de Guadalupe] ha sido un estímulo en mi vida cristiana y me ha llevado a tratar de afrontar el trabajo de investigadora como lo hizo ella

En la estancia que realicé, cada día, antes de entrar en el laboratorio, acudía a Guadalupe rezando la novena, pidiéndole ayuda para los experimentos de ese día. Así un día y otro, hasta finalizar todos los experimentos.

Realmente, he notado de forma indudable su ayuda a diario. No solo porque finalmente han salido resultados consistentes de los experimentos sino que, además, leer cada una de las anécdotas [de Guadalupe que se recogen en el texto] de la novena, ha sido un estímulo en mi vida cristiana y me ha llevado a tratar de afrontar el trabajo de investigadora como lo hizo ella. Ya la he nombrado intercesora oficial para todo mi doctorado. ¡Estoy muy agradecida! ¡Gracias a Dios y gracias Guadalupe!

H.M., España


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