¡Mi dedo corre peligro!

Monste Grases supo vivir una alegría contagiosa y tuvo una gran capacidad de hacer amigos. Desde el cielo, sigue haciendo amistades a través de favores aparentemente pequeños.

El día 28 de febrero 2020 me hicieron una operación quirúrgica en el pie izquierdo. Después de la operación, por un problema de circulación me dijeron que un dedo se había quedado sin sensibilidad con posibilidad de gangrena y que, si no mejoraba, me lo tendrían que amputar.

El 4 de marzo en la revisión vieron que el dedo había empeorado. Me volvieron a decir que si no mejoraba tendrían que amputarlo, que si salía adelante sería un milagro. Yo acudí a Montse y le pedí que me curase el dedo y que no me lo tuvieran que cortar.

Me volvieron a decir que si no mejoraba tendrían que amputar el dedo

En los días posteriores fui a hacerme las curas al servicio de enfermería, sin notar mejoría. El día 3 de abril me confirmaron que había dado positivo en el Covid-19 por lo que no pude acudir más veces a hacer las curas ni a la revisión presencial del cirujano.

Seguí rezando por intercesión de Montse que no hubiera complicaciones y que se curara. En el mes de mayo, cuando me dieron el alta del Covid, el dedo estaba bien. Pienso que esta mejoría se debe a la intercesión de Montse, a la que tengo mucha devoción.

M. C. N. G. – España


También puede comunicar la gracia que se le ha concedido mediante correo postal a la Oficina de las causas de los santos de la prelatura del Opus Dei (Calle Diego de León, 14, 28006 Madrid, España) o a través del correo electrónico ocs.es@opusdei.org​.

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