Ayuda para arreglar el transformador de la luz

A pesar de que estuvimos varios días sin electricidad ni agua, la comida no se estropeó.

Un domingo, al poco de habernos levantado, se fue la luz en algunas zonas de la casa. Eso significaba que solo se había ido en una fase. Pensábamos que era una falla en todo el vecindario y, aunque el servicio de electricidad no es demasiado bueno, confiábamos en que pronto solucionarían el problema; creíamos que era algo pasajero. Transcurrieron varias horas hasta llegar la tarde y seguíamos sin el servicio.

Nos comenzamos a alarmar cuando también nos quedamos sin agua, porque la falla eléctrica afectaba la bomba. Se nos ocurrió llamar a un vecino que tiene un campamento recreacional por esta zona y nuestra sorpresa fue grande cuando nos dijo que a ellos no les había fallado la luz en todo el día. Ya era de noche y no había mucho que hacer. Revisamos los tableros para ver cuál podía ser el problema, pero todo estaba en orden. Entonces que nos dimos cuenta de que el problema venía del transformador. Así que no nos quedó más remedio que esperar hasta el lunes.

Gracias a otro de nuestros vecinos, conseguimos contactar a unos trabajadores de la compañía de electricidad, que hicieron todo lo que estuvo en sus manos, pero el problema era más grave de lo que pensaban y había que cambiar el transformador. Eso implicaba que pasaríamos un día más sin luz y sin agua, aunque gracias a Dios logramos resolver las tareas de la casa con nuestra reserva de agua.

la muy breve homilía, nos refirió que en otro centro de la Obra le contaron que don Álvaro les había hecho un favor "rapidito"

Amaneció el martes. El sacerdote que vino a celebrarnos Misa preguntó qué pasaba con la luz, y le explicamos que teníamos dos días con la falla eléctrica. En la muy breve homilía, nos refirió que en otro centro de la Obra le contaron que don Álvaro les había hecho un favor "rapidito" y nos animó a nosotras a hacer lo mismo. A que se lo pidiésemos así: "Don Álvaro: rapidito, rapidito". Así lo hicimos durante todo el día, nos sirvió como jaculatoria.

Pero aun así tuvimos que esperar un día más. Los trabajadores de la electricidad nos avisaron que habían logrado introducir el reporte y conseguir el transformador, pero que lo dejarían para el día siguiente pues ya era muy tarde. Don Álvaro se lució, el miércoles llegaron los de la electricidad después de haber superado varias dificultades como la de quedarse accidentados en el camino y comenzaron a trabajar. Para el mediodía ¡volvió la luz! Dimos muchas gracias a Dios y a don Álvaro que intercedió rapidito: era un problema que ha podido durar muchos más días por la crisis que actualmente sufre nuestro país.

Además don Álvaro nos hizo el favor completo porque le pedimos que no se dañara nada de la comida que estaba en la nevera y aunque pasamos cuatro días sin luz, la carne seguía congelada y en buen estado. A los trabajadores les dimos almuerzo y una bolsa con productos alimenticios. Lo agradecieron mucho y se pusieron a la orden cuando tuviéramos cualquier percance con la electricidad. Estamos seguras de contar con la intercesión de don Álvaro que nos ayudó a llevar esta contrariedad con mucha serenidad y la confianza de que las cosas se solucionarían rapidito, rapidito.

C. F.

Clic aquí para enviar el relato de un favor recibido.

También puede comunicar la gracia que se le ha concedido mediante correo postal a la Oficina de las causas de los santos de la prelatura del Opus Dei (Calle Diego de León, 14, 28006 Madrid, España) o a través del correo electrónico ocs.es@opusdei.org.

Clic aquí para hacer un donativo.

También puede enviar una aportación por transferencia a la cuenta bancaria de la Asociación de Cooperadores del Opus Dei con IBAN número ES53 2100 1547 7502 0024 4065 y BIC, CAIXESBBXXX en La Caixa (agencia urbana de la calle Cartagena, 4, 28028 Madrid, España).