El próximo 8 de marzo, Mons. Wilson Thaddeus Jönck, arzobispo de Florianópolis, Brasil, inaugurará el Tribunal Diocesano para investigar la vida, las virtudes y la fama de santidad de Marcelihno, como lo llaman sus familiares y amigos.
Marcelo murió el 20 de marzo de 2008 a los 28 años a causa de una leucemia. Dio testimonio ejemplar de vida cristiana, viviendo los momentos ordinarios de la vida de una manera extraordinaria.
A través del Movimiento Emaús había experimentado una profunda conversión; más adelante conoció el Opus Dei y en 2006 pidió ser admitido como miembro supernumerario. Después de cursar la carrera universitaria de Derecho, dio clases en la universidad y aprobó la oposición de fiscal.
Marcelo nos confirma que la santidad es posible
El padre Vitor Feller, postulador de la Causa, afirma que “en medio de los desafíos de un mundo altamente secularizado, Marcelo nos confirma que la santidad es posible y es un llamado para todos los estados de la vida. Es posible ser joven y ser santo”.
Cada causa de canonización cuenta con un postulador, es decir una especie de abogado que colabora con el tribunal diocesano nombrado por el Obispo para investigar la vida del candidato, que, a partir de ese momento, puede ser llamado siervo de Dios. Una vez concluido el proceso, si el dictamen es positivo, la persona es declarada venerable. Para llegar a ser beato, es necesario probar un milagro a través de su intercesión. La canonización requiere la prueba de un segundo milagro.
La Asociación Marcelo Henrique Câmara, promotora de la causa, agradece las oraciones, las comunicaciones de gracias recibidas por su intercesión y las contribuciones financieras para el desarrollo del proceso.