Lo imprevisto es lo habitual

2 de noviembre de 2000

"Detrás de un largo matrimonio hay siempre una mujer sensata". Judith Andreae ganó el aplauso del público al citar, llena de satisfacción, como aplicándola a sí misma, esta frase de Ephraim Kishon. El trabajo principal de la Sra. Andreae es ser "gerente de familia", madre de tres niños y su ocupación secundaria, paisajista (arquitecto de exteriores). El sábado pasado, impartió la primera conferencia sobre "Problemas cotidianos de una familia joven" en la casa de convivencias Haus Hardtberg, del Opus Dei, en Kreuzweingarten, Euskirchen.

El consejo de papá y la actuación de mamá

El congreso tuvo lugar dentro del Forum Haus Hardtberg, iniciado por Gisela Meyer y Ernst Kastenholz, quiénes dirigieron el congreso que llevaba por tema "Familia y profesión".

La Sra. Andreae explicó que la vida cotidiana de su familia funciona sin ninguna dificultad, salvo cuando ocurre algo imprevisto. Lo imprevisto provoca entonces un verdadero torbellino en la familia Andreae, al que pudieron "asomarse" las cuarenta familias jóvenes participantes, compuestas por un número considerable de niños que jugaban en el edificio. Cuando lo imprevisto se transforma en lo habitual, en un permanente estado de emergencia, se hace necesario el consejo de papá y la actuación de mamá. Mediante diferentes estrategias, papá y mamá intentan controlar el caos amenazante. Y así, en la vida "vivida" papá y mamá se complementan. El aplauso de los participantes confirmó que la opinión de Kishon era compartida por el auditorio.

Reinhold Ortner, pedagogo, psicoterapeuta y catedrático de la universidad de Bamberg, centró su conferencia en la práctica pedagógica de "vida vivida". Habló sobre felicidad en la familia, presentándose como defensor de los hijos. En una corta introducción, el conferenciante se refirió a tres elementos fundamentales que conducen a la felicidad en una familia y en especial en los hijos: la realización del sentido existencial -Sinnerfüllung-; el espacio libre para la individualidad y la existencia de condiciones fundamentales para la salud espiritual. A continuación, sometió al público a una encuesta, con una única interrogante: "¿Cuándo fui feliz siendo niño?" Después de una corta pausa, presentó las respuestas de sus estudiantes, por ejemplo la de Sylvia: "Aunque parezca extraño, no son los regalos que recuerdo los que me hicieron feliz, sino simplemente los paseos con mi padre".

No cuando padece la familia

Christa Stewens, la conferenciante favorita del público de Haus Hardtberg, habló sobre "La madre en la escalera del éxito profesional". La Sra. Stewens, Secretaria de Estado en el Ministerio Bávaro de Desarrollo y Medio Ambiente, regresó a Munich después de su conferencia. La Sra. Stewens no es una "Emanze", es decir, una emancipada y feminista radical. La Sra. Stewens se casó a los 19 años, sin terminar el bachillerato. Con la experiencia de una madre de seis hijos, formó parte del consejo de padres del colegio, del cual al poco tiempo fue elegida presidenta. A instancias del partido de la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU), pero en calidad de independiente, se presentó como candidata para el consejo comunal. Siete años más tarde ingresó en el CSU y, desde 1994, es diputada en el Parlamento de Baviera, siempre bajo la condición de interrumpir su actividad profesional, para dar preferencia a la atención de su la familia.

En 1998 fue llamada a formar parte del gabinete y, desde entonces, se divierte describiendo su profesión en los papeles oficiales como "ama de casa". Con frecuencia, algún funcionario sustituye esa denominación por la de "secretaria de estado"; y ella, a su vez, vuelve a tachar, para escribir nuevamente "ama de casa". La conferenciante contó que en cierta ocasión una colaboradora le preguntó cómo vivía. A lo que la Sra. Stewens respondió "Como una mujer normal" e interrogó a su interlocutora: "¿Y usted?" Algo desconcertada pero con sinceridad, respondió: "No, la verdad es que vivo como un hombre".

© Die Tagespost 2000

Hans Thomas // Die Tagespost (Alemania)