Fallece en Roma Mons. Flavio Capucci

En la mañana del 7 de agosto falleció el postulador de las causas de canonización de san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, y de mons. Álvaro del Portillo, primer sucesor de san Josemaría.

Mons. Flavio Capucci.

Don Flavio nació en Romanò Brianza, en la provincia de Como, el 19 de febrero de 1946. Su familia se trasladó a Nápoles cuando él era todavía muy pequeño. Tuvo una grande afición al baloncesto y llegó a jugar en el equipo juvenil del Partenope. Conoció el Opus Dei a través de algunos de sus compañeros mientras estudiaba el bachillerato en el Liceo Sannazzaro, y, en 1964, durante su último año de estudios pre-universitarios, pidió ser admitido en esa institución de la Iglesia.

Estudió en la Universidad Católica de Milán y obtuvo el título de Licenciado en Filosofía en Perugia. De nuevo en Milán, fue director durante algunos años de la Residencia Universitaria Torrescalla y, al mismo tiempo que se dedicaba a la formación de los jóvenes que frecuentaban la residencia, trabajó como redactor en la revista Studi Cattolici.

En 1974, tras estudiar la licenciatura en Teología en las aulas de la Universidad de Navarra, fue ordenado sacerdote. Desarrolló una abundante actividad pastoral con estudiantes universitarios. En 1978, mons. Álvaro del Portillo lo nombró postulador de la causa de canonización de san Josemaría. La causa concluyó el 6 de octubre de 2002 con la ceremonia canonización de san Josemaría, que celebró el Papa Juan Pablo II, en la plaza de san Pedro. A lo largo de todo ese tiempo, y también después, continuó ejercitando su ministerio sacerdotal, dedicándose con empeño a la predicación, a la atención espiritual y a la celebración de los Sacramentos.

En 1997, el prelado del Opus Dei, mons. Javier Echevarría, lo nombró postulador de la causa de canonización de mons. Álvaro del Portillo. Apenas el pasado 5 de julio, el Papa Francisco había firmado el decreto por el que se reconoce una curación milagrosa obtenida mediante la intercesión del venerable Álvaro del Portillo, motivo por el cual se prevé cercana su beatificación.

Recientemente, don Flavio había concedido una entrevista en la que comentaba la coincidencia de la aprobación del milagro de don Álvaro con el anuncio de la canonización de Juan Pablo II: “Para mí tiene un significado muy profundo. Entre ellos había una gran sintonía espiritual, hasta tal grado que, cuando falleció mons. del Portillo, Juan Pablo II quiso ir a la iglesia de Santa María de la Paz para rezar ante los restos mortales de don Álvaro. Cuando le ofrecieron la cartela con el responso (la oración por los difuntos, n.d.r.), el Papa prefirió cantar una Salve. Para todos los presentes este gesto fue un enorme consuelo”.

Desde la década de los 70, mons. Capucci padecía una diabetes. Llevó la enfermedad con mucha serenidad y con gran naturalidad; hasta sus últimos días supo esconder detrás de una sonrisa su delicado estado de salud.

Entre sus publicaciones se encuentran: Sono cosí felice (Soy tan feliz), una biografía de la sierva de Dios Monserrat Grases, Josemaría Escrivá, santo, libro en el que se recorre el iter del proceso de canonización del fundador del Opus Dei, y Un mondo di miracoli, 18 guarigioni di san Josemaría (Milagros de nuestro tiempo). Su obra más destacada es un extenso libro en el que analiza fundamentos teóricos y aplicaciones éticas y políticas del pensamiento de Antonio Gramsci.

Su funeral tendrá lugar mañana, 8 de agosto, a las 10:00 a.m., en la basílica romana de san Eugenio.