"Hoy quiero iniciar una peregrinación ideal hacia ese célebre templo mariano, centro de la espiritualidad del Rosario, contemplando con María el rostro de Cristo en sus misterios gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos. La festividad litúrgica de la Natividad de la Santísima Virgen, que cae el 8 de septiembre, es muy propicia para emprender este itinerario espiritual", señaló el Papa.
Refiriéndose al nacimiento de la Virgen María, añadió que, "efectivamente, constituye una especie de 'prólogo' de la Encarnación: María, como la aurora, precede al sol del 'nuevo día', anunciando la gloria del Redentor".
"La Virgen María -dijo el Papa- ayuda a los cristianos a descubrir de nuevo el Santo Rosario como oración sencilla pero de gran profundidad. Cuando se reza bien, introduce en la experiencia viva del misterio divino y da a los corazones, a las familias, a la comunidad, esa paz que tanto necesitamos".
La peregrinación que el Papa realizará a Pompeya fue anunciada el pasado mes de marzo. En efecto, Juan Pablo II dijo entonces que "a María, Reina del Rosario, confío desde este momento el propósito de ir en peregrinación a su santuario de Pompeya, el próximo 7 de octubre, con motivo de la fiesta de la Virgen del Rosario. ¡Que la intercesión materna de María consiga paz y justicia para el mundo entero!".
El santuario de la Virgen del Rosario de Pompeya, situado en las proximidades de Nápoles, es uno de los centros de devoción mariana más visitados de Italia.
