Hoy en día la Medicina ha alcanzado un grado notable de excelencia gracias al desarrollo de la investigación científica, a su estrecho contacto con la biotecnología y a la aportación de una metodología precisa, basada sobre pruebas de eficacia. Pero una cierta idea de progreso lineal ilimitado, algunos residuos de los viejos modelos sistémicos y un marcado reduccionismo de tipo economicista aplicado a la vida humana hacen necesario pensar en nuevos modelos de interpretación y proyección. Volver a fundar una práctica médica verdaderamente a la medida del Hombre: es el gran desafío de la medicina occidental.
El simposio “Nuevos modelos de Medicina” ha presentado cuatro de las principales escuelas de pensamiento que actualmente proponen una nueva visión de la Medicina, tanto a nivel asistencial como a nivel de organización profesional: la Medicina relacional de Pierpaolo Donati, profesor de Sociología en la Universidad de Bolonia; la Medicina de la elección de Ivan Cavicchi, docente de sociología sanitaria en la Universidad “La Sapienza” de Roma; la Medicina sostenible de Daniel Callahan, del Hasting Center de Nueva York; y la Ética del trabajo bien realizado de Gonzalo Herranz, profesor honorario del Departamento de “Humanidades Biomédicas” de la Universidad de Navarra.
Han intervenido también Piero Micossi, profesor de Management Sanitario en el Politécnico de Milán, y Bernard Ars, del Instituto Europeo de Bioética, con sede en Bruselas, que han aportado elementos para un análisis de las perspectivas de la investigación bioética en la Unión Europea y una valoración de la incidencia económica de la asistencia sanitaria.
El simposio, que ha contado con la presencia de alrededor de 300 personas, ha sido una ocasión de reflexión e intercambio de ideas para profesionales de distintas áreas interesadas en contribuir a una mayor calidad en la profesión sanitaria.
Promovido con ocasión del décimo aniversario de la Universidad Campus Bio-Médico de Roma, que se ha celebrado el pasado 16 de octubre, el simposio ha permitido precisar los rasgos fundamentales del modelo de medicina propuesto por este Ateneo romano. La centralidad del paciente y el deseo de poner a su servicio la mejor competencia científica y un profundo sentido de humanidad son sus características principales.
En el Quirinal
Una significativa expresión de apoyo por parte del presidente de la República italiana, Carlo Azeglio Ciampi, y de los ministros de Sanidad y Educación, Girolamo Sirchia y Letizia Moratti, ha sido el encuentro que ha tenido lugar en el Palacio Quirinal, sede de la Presidencia de la República, la tarde del 15 octubre. Una delegación de estudiantes, profesores y personal técnico-administrativo del Campus Bio-Médico fue recibida en audiencia oficial por el Presidente, que manifestó su aprecio por esta iniciativa educativa de evidentes repercusiones sociales. "Es indispensable -dijo en un momento de su discurso- que la pasión y el interés por la investigación médica sean guiados por una correcta ética profesional".
Fruto de la iniciativa de algunos fieles del Opus Dei, el Campus Bio-Médico está financiado por fondos públicos y privados. Hasta ahora ha trabajado en Medicina y Bioingeniería, pero para el futuro no se excluye abrir una nueva facultad. “Estamos muy interesados en algunas ciencias sociales –explica el presidente del Campus, Paolo Arullani-, como la antropología aplicada, y en la Didáctica, un tema por el que el fundador del Opus Dei, san Josemaría Escrivá, mostró siempre predilección. De todas formas, hemos elegido empezar por la medicina y por la investigación sobre nuevas tecnologías, para poder ayudar así directamente a quien sufre”.