"Siento la necesidad de vuestra ayuda para cumplir mi misión"

Juan Pablo II ha comenzado una semana de Ejercicios Espirituales que terminará el próximo sábado 19 de febrero. El Domingo el Papa se asomó a la ventana de su estudio privado para rezar el Angelus con miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro.

Esta tarde a las 18,00 en la capilla "Redemptoris Mater" comienzan los Ejercicios Espirituales del Papa y la Curia Romana con la exposición eucarística, la celebración de las vísperas, la meditación y la bendición eucarística. Este año las meditaciones corren a cargo del obispo Renato Corti, de Novara, y están dedicadas al tema: "La Iglesia al servicio de la nueva y eterna alianza".

Con motivo del Año de la Eucaristía, la conclusión de los Ejercicios Espirituales tendrá lugar en la basílica de San Pedro el sábado, 19 de febrero, a las 10,00. Habrá una concelebración eucarística, seguida de la adoración al Santísimo Sacramento. Están invitados a participar los miembros de la Curia y del vicariato de Roma así como el personal de la Santa Sede.

Como es habitual, durante la semana de retiro, se suspenden todas las audiencias, incluida la audiencia general de los miércoles.

El Angelus del Domingo

Juan Pablo II se asomó a la ventana de su estudio privado para rezar el Angelus con miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro. Antes de la oración mariana, el arzobispo Leonardo Sandri, sustituto de la secretaría de Estado, leyó el texto preparado por el Papa.

"Ante todo -escribe el Santo Padre-, quisiera daros las gracias a vosotros y a cuantos siguen este momento por la radio y la televisión, por vuestra cercanía, afecto y, sobre todo, por vuestra oración durante los días de mi hospitalización en el Policlínico 'Gemelli'. Siempre siento la necesidad de vuestra ayuda ante el Señor para cumplir la misión que Jesús me ha confiado".

Tras recordar que el miércoles pasado, con el rito de la Ceniza, comenzó la Cuaresma, Juan Pablo II afirma que este tiempo litúrgico "nos recuerda todos los años una verdad fundamental: no se entra en la vida eterna sin llevar nuestra cruz en unión con Cristo. No se alcanza la felicidad y la paz sin afrontar con valentía el combate interior. Es un combate que se vence con las armas de la penitencia: la oración, el ayuno y las obras de misericordia. Todo esto hay que vivirlo humildemente, sin hipocresía, en espíritu de amor sincero hacia Dios y los hermanos".

Antes de terminar, el Papa pidió a los fieles que rezaran por él y por sus colaboradores de la Curia Romana durante la semana de ejercicios espirituales que comienza esta tarde. "En silencio y recogimiento, pediré al Señor por todas las necesidades de la Iglesia y del mundo".

Tras rezar el Angelus, monseñor Sandri añadió en nombre del Papa: "Mientras sigo rezando por la paz en Oriente Medio, dirijo un urgente llamamiento por la liberación de la periodista italiana Giuliana Sgrena y por todos los secuestrados en Irak".

El Santo Padre pronunció la fórmula de la bendición y antes de despedirse añadió: "Un buen domingo a todos, gracias".

Vatican Information Service