Los nuevos santos Pablo VI y Óscar Arnulfo Romero fueron dos pastores plenamente entregados al servicio de la Iglesia y de su tiempo, incansables promotores de la unidad y de la fraternidad. Las canonizaciones del próximo domingo suponen una gozosa invitación para implorar al Señor que conceda, conserve e incremente en todos estos dones esenciales.
El Papa santo Pablo VI trabajó continuamente por la comunión en la Iglesia y por la unidad entre todos los cristianos, asociando siempre al deseo de renovación espiritual una total fidelidad al Evangelio. Su servicio a los diversos pontífices, previo a su posterior misión como sucesor de Pedro, es un luminoso ejemplo de cómo buscar la sintonía con el Papa, con los demás pastores y con todos los fieles en la Iglesia. Usando una oración que el santo pontífice compuso en 1972, podemos pedir a Dios que “abra todavía más nuestro espíritu y nuestro corazón para las exigencias concretas del amor a todos nuestros hermanos, para que seamos, cada vez más, artífices de la paz”.
El nuevo santo Óscar Arnulfo Romero meditaba con frecuencia la súplica de Cristo sobre la unidad: "Que todos sean uno, como Tú Padre, en mí y yo en Ti”. La denominaba “la unidad verdadera” y solía recordar: “la desunión en la Iglesia es triste, hermanos, es el antisigno de Cristo” (homilía del 30 de abril de 1978). Le urgía la comunión en la Iglesia: de los católicos entre sí y de todos con el Santo Padre. A él, que quiso tanto a su pueblo, pedimos especialmente también que interceda por la unidad y el respeto entre todos los salvadoreños y por la superación del flagelo de la violencia.
El Papa Francisco canonizará también el domingo a los sacerdotes Francesco Spinelli y Vicenzo Romano, a las religiosas Maria Katharina Kasper y María Ignacia de Santa Teresa y al joven laico Nunzio Sulprizio. Ahora que la Iglesia medita sobre la fe y el discernimiento vocacional de los jóvenes, acudamos a los siete nuevos santos para pedir a Dios que conceda amplitud de horizontes a los jóvenes y que el mensaje de Jesús siga llegando a muchos chicos y chicas que puedan decidirse a seguirle generosamente por los distintos caminos que existen en la Iglesia.
Mons. Fernando Ocáriz
Prelado del Opus Dei