Palabras de la presidente del UNIV 2003 al Papa Juan Pablo II

Palabras que Angelika Hagsbacher, presidenta del Congreso UNIV 2003, dirigió al Papa Juan Pablo II.

Angelika Hagsbacher, que leyó su discurso en cuatro idiomas, dijo: '¡Muchas gracias, Santo Padre, porque hoy podemos estar aquí con Usted!'.

Santo Padre! Heiliger Vater!

En italiano

Hemos venido de todas partes del mundo para vivir esta Semana Santa en Roma. Aquí encontramos nuestras raíces cristianas y tenemos la inmensa alegría de tener al Papa tan cerca. Ya hace mucho tiempo que estábamos esperando estos días y, en especial, este encuentro con Su Santidad. ¡Muchas gracias, Santo Padre, porque hoy podemos estar aquí con Usted!

Su Santidad ha proclamado este año como año del Santo Rosario. Preocupados por la situación actual en el mundo, el rosario es nuestra principal arma para lograr la paz. Y aquí, muy cerca de la tumba del primer Vicario de Cristo y delante de quien hoy es Su Vicario en la tierra, reafirmamos nuestro deseo de ir siempre Omnes cum Petro ad Iesum per Mariam. ¡Cuente con nosotros y nuestro rezo del Rosario para conseguir la paz que tanto anhelamos!

En español

Con frecuencia, el Santo Padre nos ha hecho considerar que los jóvenes tenemos una sensibilidad especial y un profundo deseo de verdad. ¡Gracias por su ejemplo y por su confianza en los jóvenes! A menudo nos ha recordado que el futuro está en nuestras manos y que para construir la paz hemos de ser personas con una profunda confianza en Dios y en la grandeza de la vocación humana. Por eso, nos hemos propuesto estudiar en el Congreso UNIV de este año cómo podemos contribuir a "Construir la Paz en el Siglo XXI".

Hemos aprendido que la paz no es un remedio que se aplica desde fuera, que se impone, sino que es fruto de una vida que se orienta hacia la verdad. Queremos tener una inteligencia clara y un corazón limpio que nos ayuden a buscar siempre la verdad, a deslumbrarnos con su esplendor y a procurar transmitirla a nuestro alrededor.

En inglés

San Josemaría Escrivá de Balaguer escribió en sus comentarios al Via Crucis: «Si somos almas de fe, a los sucesos de esta tierra, les daremos una importancia muy relativa, como se la dieron los santos... El Señor y su Madre no nos dejan y, siempre que sea necesario, se harán presentes para llenar de paz y seguridad el corazón de los suyos». Siguiendo su ejemplo, queremos también nosotros ser almas de fe que, con la ayuda de Santa María, procuren a diario transmitir esa paz que el mundo necesita.

Universitarios del UNIV dirigiéndose al Aula Nervi.

Queremos abrirnos a Cristo, llevarle en nuestros corazones, identificarnos con Él, tomar su Cruz y seguirle. Consideramos con esperanza las palabras que el Santo Padre nos repite desde 1978: no tener miedo. Le pedimos sus oraciones para que sepamos vencer esos falsos temores que a veces no nos dejan darnos a lo que Dios pide y a lo que necesita el servicio a la Iglesia.

En alemán

No podemos dejar de mencionar la alegría que sentimos ante el próximo XXV aniversario de su Pontificado. Pedimos a Santa María que siga sosteniéndole y que Ella como Buena Madre sepa retribuirle con creces todo lo que ha hecho en estos años por la Iglesia. ¡Gracias Santo Padre por estos años de servicio a cada uno de nosotros! A este gran motivo de acción de gracias, se une que pronto le tendremos en Colonia para una nueva Jornada Mundial de la Juventud. ¡Le esperamos Santo Padre y nos acogemos a sus oraciones para que sepamos ser cada uno de nosotros buenos transmisores de sus palabras!