En febrero de 1976 un terrible terremoto asoló buena parte del territorio del país. Murieron muchísimas personas y los daños materiales fueron enormes. Con el impulso de Don Álvaro del Portillo, pocos meses después surgió la Fundación para el Desarrollo Integral (FUDI), entidad que en ese momento asumió el trabajo de reconstrucción de la población de Sajcavillá (población de mayoría indígena en el departamento de Sacatepéquez).
En 1990, FUDI promovió la creación de Utz Samaj, labor social de ayuda al desarrollo comunitario de la población de Tecpán, en el departamento de Chimaltenango, zona preponderantemente indígena del altiplano occidental guatemalteco.
Utz Samaj tiene como finalidad formar al trabajador rural en los aspectos técnicos, empresariales y humanos, labor que desarrolla principalmente a través de su Escuela de Formación Agrícola. El pénsum está orientado a formar pequeños empresarios en temas técnicos de agricultura, manejo de invernaderos, comercialización y valores humanos.
De la labor de Utz Samaj se benefician unas 50.000 familias del área, que tienen como principal fuente de subsistencia la labor agrícola.
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