Soy bióloga, y siempre he amado la ecología. Bueno, la ecología más importante que hemos de atender es la ecología humana. Si lo piensas, si no aprecias y cuidas de la vida de las personas que tienen a su alrededor, de tu familia, no puedes ser realmente un buen ecologista. No sería una ecología verdadera.
Thornycroft Hall es una casa de retiros con muchas actividades a lo largo del año: cursos, jornadas de estudio, talleres y seminarios sobre todo tipo de temas -ética empresarial, temas de actualidad, filosofía, teología, el estudio del Catecismo de la Iglesia Católica ...-. Ahora mismo están teniendo lugar unas jornadas de estudio sobre el legado de la visita del Santo Padre al Reino Unido el pasado mes de septiembre. También tenemos retiros espirituales de un día de duración o de varios días.
Enriquecer la vida de las personas
Mi papel aquí, en Thornycroft Hall, es facilitar y apoyar la tarea de la gente maravillosa con la que trabajo, asegurando las mejores condiciones para aquellos que quieran participar en las actividades que se organizan.
Procuro crear un ambiente acogedor que ofrezca a la gente la oportunidad de salir del ajetreo y el bullicio normal de la vida cotidiana por un tiempo para que puedan estudiar y reflexionar y conseguir un nuevo enfoque en su existencia, que esté más en sintonía con la condición humana, con la verdad sobre la vida y el mundo..., y pienso que ayudar a crear un ambiente que les dé el espacio, el tiempo y la paz que necesitan es realmente valioso.
No estoy involucrada en la organización de los cursos, sino que me centro en el funcionamiento de la casa para que esta resulte acogedora, tranquila, limpia, y los participantes cuenten con una buena alimentación de forma que están bien cuidados y se sientan como en casa.
Y si pasar unos días aquí les ayuda a mejorar su relación con Dios y con los demás, a recuperar su vitalidad y energía, o a elaborar soluciones para los problemas de hoy, también se llevan con ellos un poco de paz y del bienestar que aquí se respira.
De hecho, como yo lo veo, las actividades que aquí se realizan enriquecen las vidas de los asistentes, y alcanzan también a todas las personas con las que están en contacto: en primer lugar a sus propias familias y a continuación a sus amigos, conocidos, compañeros de trabajo, y al final, llega al conjunto de la sociedad, porque incluso si sólo una persona procura cuidar y ayudar a los demás de alguna manera el mundo entero se beneficia.
¡Hay mucho en juego!
En la cocina, las comidas deben ser sanas y nutritivas, además de ser apetitosas, y eso supone una buena dosis de arte culinario y de ciencia doméstica.
Hay un mucho de arte en el mundo de la alimentación, en el decorar las mesas bellamente con flores, en darse cuenta de que alguien puede necesitar algo especial y en la organización de las dietas, de forma que cada comida es una experiencia maravillosa para ellos. Tratamos de cuidar de manera especial las ocasiones especiales: cumpleaños, días de fiesta, para que sean celebraciones reales.
Luego está el servicio de limpieza. Tratamos de darle a la casa un ambiente fresco y hogareño, con todo en su lugar, de forma que resulte acogedor y agradable.
Decir las cosas espirituales a través de las cosas materiales
Me encanta el hecho de que los seres humanos sean al mismo tiempo seres materiales y espirituales, por lo que se pueden "decir" las cosas espirituales a través de las cosas materiales. Por ejemplo, acabamos de preparar una comida para alguien que está enfermo. Utilizamos una servilleta de tela bordada, un mantel para la bandeja, unas pequeñas flores y la comida bien preparada, para atraer a esa persona a comer algo y sentirse mejor. El mensaje en todo es: "Tú eres importante!". Lo que queremos hacer es traer un poco de cielo a la tierra
La columna vertebral de la sociedad
Esto es muy parecido a lo que es la familia en la sociedad: es como su columna vertebral, que lo soporta todo. Si la familia no funciona, todo el mundo sufre.
Una parte muy importante del Opus Dei es el verdadero calor de hogar de la familia cristiana, y tenemos un papel importante que desempeñar en esto. Mi trabajo aquí en Thornycroft es bastante parecido al soporte de lona que aguanta un tapiz: puede estar oculto y su importancia puede ser pasada por alto, pero sin el, el tapiz se cae a pedazos.
Un hogar feliz hace a la gente feliz, y ¿quién quiere ser infeliz? Para ser feliz necesitamos vivir en la verdad y eso nos ayuda a tener la belleza alrededor de nosotros para vivir en un lugar que es elegante, donde la gente es considerada y atenta. El hogar es el lugar donde recuperar fuerzas, tanto material como espiritualmente, a través del amor a los demás. El lugar donde podemos planificar nuestros proyectos de vida con el apoyo y la ayuda de los que nos son más cercanos.
Más que cuatro paredes
Toda persona necesita un hogar, es como la expresión de la esencia de nosotros mismos: un pedacito de la tierra, de la creación, que se extiende a nuestro alrededor. Esas cuatro paredes y techo muestran, en "ladrillos y mortero", la esencia de la familia, como una encarnación de nuestras creencias acerca de la vida, sobre nosotros mismos y sobre el mundo: sobre el valor que damos a cada persona, sobre la dignidad y la importancia de nuestras vidas.
Si piensas en las cosas materiales que te hacen sentir bien y cómodo en casa: espacio, luz, limpieza, orden, alegría, paz, serenidad y tranquilidad, tienes los ingredientes para levantar el ánimo de la gente y conseguir que quieran volver para reponer sus reservas de energía para la vida. No hay una sola persona que no desee para todos esto mismo en su casa.
Pero esto no sucede de forma automática. Es algo que tiene que ser trabajado, y se necesitan muchas cualidades para crear un lugar tan maravilloso: talento, ingenio, inventiva, generosidad, magnanimidad, orden, buena organización, sentido común, amabilidad, un buen sentido del humor, el amor a los demás ... La atención doméstica abarca mucho, todos los elementos de la cultura: arte, ciencia, belleza, poesía, comunicación. Y por encima de todo eso, para dirigir bien un hogar se necesitan conocimientos de ingeniería, ciencia, nutrición, salud y seguridad, economía y logística... ¡No es un ideal pequeño!