Eva vive en Barcelona y ha querido compartir su camino de descubrimiento vocacional. Su primer contacto con la Obra fue más bien negativo: “Estábamos en clase y la tutora, hablando de las sectas, nos dijo: "Es muy peligroso, las sectas captan a la gente y la peor, la peor, es el Opus Dei"”, a raíz de aquel comentario comenzó a cuestionarse su fe. "Cada domingo iba a misa, pero ¿por qué iba a misa?", se preguntaba.

Un viaje a Sevilla en Semana Santa marcó un punto de inflexión. "Me puse un día delante de Dios... y dije: ¿Y tú qué misión tienes para mí?". Al ver la película La Pasión, sintió la necesidad de hacer algo significativo: "Si Dios ha hecho esto por mí, ¿yo qué tengo que hacer?". Reflexionó sobre su vocación y concluyó que su llamada era "en medio del mundo". Consideró distintas opciones dentro del Opus Dei y finalmente se preguntó: "¿Numeraria auxiliar?" y sintió una certeza: "Sí".

"Somos personas que nos dedicamos a transformar casas en hogares"

Eva destaca que su vocación está profundamente ligada a su profesión: "Somos personas que nos dedicamos a transformar casas en hogares". Su trabajo va más allá de la limpieza o la cocina, pues implica "un diseño, un pensar en la persona que viene, hay un trabajo de investigación detrás". "Lo podrían hacer perfectamente otras personas”, añade, “pero hay un plus de esa entrega y de oración, y esa vocación de cuidado".

Su decisión generó dudas, incluso en ella misma, ya que desde niña quería ser profesora y estudió Magisterio: "Pensaba: ¡pero si no voy a estar en un colegio!". Sus amigas le cuestionaban: "Pero, ¿qué haces?". Sin embargo, comprende que su vocación no es una renuncia, sino una "transformación". "En lugar de enseñar Matemáticas o Geografía, enseño la importancia de las cosas pequeñas, de la familia, de la belleza, del trabajo bien hecho", asegura.

Vivir en un centro con numerarias y numerarias auxiliares también le ha enseñado sobre la convivencia. "Cada uno viene con su mochila, su carácter y hay diferentes generaciones. Requiere muchísima flexibilidad, comprensión, escucha... Dios está detrás porque si no, ¡no sale!". Para Eva, su vocación es un servicio total que aporta valor a la sociedad. "Me llena que el hogar se expanda al mundo".