Unas charlas por Zoom abrieron paso al regalo de Dios

Esta es la historia de un estudiante de Medicina que pidió el bautismo católico después de conocer más sobre el Señor por Zoom. El arzobispo metropolitano de Panamá lo bautizó como Saagar Teodosio, “regalo de Dios”.

Saagar Mahboobani es un estudiante de Medicina al que le gusta leer, escuchar música y pasar tiempo con su familia y amigos, como cualquier otro joven de 23 años de edad. Y aunque estudió en un colegio católico, en donde conoció el catolicismo, no había recibido aún el bautismo hasta el 2022.

Su corazón estaba inquieto desde muy joven. Cuando estaba en los últimos años del colegio, comenzó a darle vueltas a la idea de conocer más sobre la fe católica, “pero nunca le di seguimiento a ese pensamiento”, recuerda Saagar. Al llegar a la universidad, conoció gente de distintos credos y “hubo algunos que, respetuosamente, intentaron convertirme a sus doctrinas, pero de la misma manera rechazaba esas invitaciones”.

“Fue en ese momento cuando me di cuenta de que aún no se me iba la idea del catolicismo. Sentía que había algo en la Iglesia (Católica) que seguía captando mi atención y que tenía muchas preguntas por ser respondidas, y justo ahí apareció la Obra”, comenta Saagar.

"SENTÍA QUE HABÍA ALGO EN LA IGLESIA (CATÓLICA) QUE SEGUÍA CAPTANDO MI ATENCIÓN Y QUE TENÍA MUCHAS PREGUNTAS POR SER RESPONDIDAS, Y JUSTO AHÍ APARECIÓ LA OBRA”.

El universitario con inquietudes conoció a un supernumerario del Opus Dei que lo invitó a algunas charlas de formación cristiana impartidas desde Entremares, que es un centro del Opus Dei en Panamá. Se trataba de unas charlas por Zoom tituladas "10 Preguntas sobre Jesús", que eran interrogantes elegidas por los mismos muchachos participantes.

Antes de llegar a la pregunta número 10, Saagar preguntó en plena clase: ¿qué tengo que hacer para formar parte de la Iglesia? Después de escuchar la respuesta, el joven pidió que le ayudaran a formarse para recibir los sacramentos y formar parte de la Iglesia Católica. “Me respondieron que sí y con el tiempo fue floreciendo esta conversión que me trajo hasta aquí”, señala Saagar.

En efecto, la formación para Saagar se volvió una catequesis personalizada para la recepción de los sacramentos. Las clases fueron adaptadas a sus cambiantes horarios por sus estudios de Medicina. Cuando estuvo listo, el entusiasta joven recibió el sacramento del bautismo de manos del Arzobispo Metropolitano de Panamá, Mons. José Domingo Ulloa. Eligió por nombre de bautizo Saagar Teodosio y lo hizo porque Teodosio significa "regalo de Dios”, entendiendo que la fe, como la vida, son regalos de Dios.

Así también vivió san Josemaría −fundador del Opus Dei− su propia misión en servicio de la Iglesia y de ello se entienden esas palabras suyas respecto al regalo de la vocación: "os diré que es una visión nueva de la vida. Es como si se encendiera una luz dentro de nosotros; es un impulso misterioso, que empuja al hombre a dedicar sus más nobles energías a una actividad que, con la práctica, llega a tomar cuerpo de oficio. Esa fuerza vital, que tiene algo de alud arrollador, es lo que otros llaman vocación".

‘Encontré a Alguien en la Eucaristía’

La fecha de ese gran día, el bautizo de Saagar Teodosio, quedó marcada en su calendario: 26 de septiembre de 2022. “Para mí el bautismo fue el cenit de toda una búsqueda de ese ‘algo’ que habitaba en la Iglesia y que me seguía llamando la atención después de tantos años. Hasta que caí en cuenta de que no se trataba de algo, sino de Alguien, y estaba en la Eucaristía”, afirma Saagar.

Saagar con su familia y amigos, el arzobispo de Panamá y los de Entremares el día de su bautizo

Luego de administrarle los sacramentos, Mons. Ulloa cenó en Entremares y le preguntó a Saagar sobre sus lecturas y le animó a que incluyera el libro Las Confesiones de San Agustín, en el que este doctor de la Iglesia cuenta cómo se convirtió al cristianismo y agradece a Dios por los beneficios que recibió durante su vida.

A inicios de diciembre de 2022, Saagar hizo su primer retiro espiritual de varios días en una casa de retiros ubicada en Cerro Azul, en Panamá Este. Para su sorpresa, al llegar a Entremares, poco antes de partir a Cerro Azul, le llegó a sus manos Las Confesiones, un regalo especial en esta época del año que el mismo arzobispo le envió y dedicó. Justo en este libro del patrono de “los que buscan a Dios” está escrito: “Nos hiciste, Señor, para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti”.