Una Navidad con un tinte de misericordia

Celebración de la Navidad para las familias del Centro de Formación para la mujer Las Gravileas, en Santa Catarina Bobadilla (cercano a la Antigua Guatemala). La actividad fue organizada desde los centros Caranday y Karubal, de Ciudad de Guatemala.

Celebración de Navidad en Las Gravileas

Todos los años un grupo de universitarias que participan en los medios de formación que se ofrecen en los centros Caranday y Karubal, de Ciudad de Guatemala, organizan una celebración de Navidad para familias necesitadas de Santa Catarina Bobadilla, en los alrededores de la Antigua Guatemala.

La celebración -organizada el pasado 12 de diciembre- tuvo como objetivo llevar un poco de ayuda y alegría a 60 familias necesitadas: en la mayoría de los casos familias en que alguna integrante es beneficiaria de los programas que organiza Las Gravileas, centro de formación para la mujer que ofrece cursos de artesanías, cocina y otras especialidades, con el objetivo de mejorar el nivel de vida de las familias de la zona.

En esta ocasión se contó con el apoyo de 26 voluntarias, que colaboraron en la recolección de todo lo necesario para la fabricación de las canastas familiares, los juguetes, las piñatas, los dulces, la realización de dinámicas para las señoras y juegos para los niños; consiguiendo hacer pasarles una mañana agradable y feliz en compañía de sus familias.

El Jubileo de la Misericordia, inaugurado por el Papa Francisco pocos días antes, el 8 de diciembre, dio un tinte especial a la actividad de este año, ya que la ayuda para cada familia era una oportunidad de vivir la misericordia de la mano del santo Padre, que nos anima a realizar obras de misericordias corporales y espirituales. “Será un modo de despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza (…) pues los pobres son ‘los privilegiados de la misericordia divina’”. (Papa Francisco, Bula Misericordiae Vultus de convocatoria del Jubileo de la Misericordia). Y también nos ayudó a tener muy presente lo que nos propone el Santo Padre para todo el año: “celebrar un Jubileo de la Misericordia equivale a poner de nuevo en el centro de nuestra vida personal y de nuestras comunidades lo específico de la esperanza cristiana” (Idem).

Una Navidad con un tinte de Misericordia