Con ocasión del Congreso dedicado al Venerable Obispo Mons. Álvaro del Portillo, primer Canciller de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, en el centenario de su nacimiento, el Sumo Pontífice Francisco dirige su pensamiento de buen augurio, con la esperanza de que se ponga en evidencia como es oportuno el precioso ejemplo de vida del fiel seguidor y primer sucesor del santo fundador del Opus Dei y promotor de esta Universidad Pontificia para el servicio de la Iglesia, sacerdote celoso, que supo conjugar una intensa vida espiritual fundada sobre la fiel adhesión a la roca que es Cristo, con un generoso empeño apostólico que lo convirtió en peregrino por los cinco continentes, siguiendo las huellas de San Josemaría, merecedor de la frase bíblica del Libro de los Proverbios: "Vir fidelis multum laudabitur" (28,20).
Su Santidad exhorta a imitar la vida humilde, alegre, escondida, silenciosa, pero también decidida en el testimonio de la perenne novedad del Evangelio, anunciando la llamada universal a la santidad y la colaboración con el trabajo cotidiano a la salvación de la humanidad.
El Santo Padre, mientras pide una oración por Él y por su ministerio, invoca la luz del Espíritu Santo para una fructífera reflexión e imparte de corazón a vuestra excelencia, al rector magnífico y a los profesores la implorada bendición apostólica, extendiéndola a los presentes y a los que frecuentan la Pontificia Universidad.
Cardenal Pietro Parolin
Secretario de Estado de Su Santidad