“El secreto está en Jerusalén. Los demás problemas se resolverán cuando se haya solucionado la cuestión de Jerusalén”. Es la opinión del arzobispo Pierbattista Pizzaballa, administrador apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén, quien pronunció una conferencia en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz el pasado 8 de junio, bajo el título “La vida en la Tierra Santa”, en colaboración con Saxum. El prelado del Opus Dei, monseñor Fernando Ocáriz, presidió e introdujo el encuentro (descargue el discurso del prelado).
Durante la reunión se presentó el ‘Proyecto Saxum’. Con ese nombre –Saxum–, llamaba san Josemaría al beato Álvaro del Portillo, su más estrecho colaborador, subrayando así su personalidad sólida y su fe inquebrantable. El ‘Proyecto Saxum’ surge en Tierra Santa para difundir una cultura de paz, diálogo e integración en los lugares más antiguos del cristianismo. No lejos de Jerusalén, se ha puesto en marcha un centro residencial y un área multimedia de avanzada especialización tecnológica para acoger a los peregrinos y para ofrecer formación a los guías que se encargan de las peregrinaciones a Tierra Santa.
El ‘Proyecto Saxum’ surge en Tierra Santa para difundir una cultura de paz, diálogo e integración
“Nuestro objetivo –señaló Aldo Bressi, presidente de ‘Amigos de Saxum’– es difundir el amor por la Tierra Santa, ayudando a más personas a vivir una peregrinación a esos lugares, haciendo de su estancia una oportunidad para una renovación interior”.
Jerusalén, corazón de los creyentes
El arzobispo Pizzaballa subrayó que “la identidad de Jerusalén no puede ser cuestionada, porque el cristianismo es la encarnación y no hay encarnación sin lugar: sin Jerusalén, nuestra fe sería solo un cuento”.
“Una vez que el problema de Jerusalén se haya resuelto”, subraya el arzobispo Pizzaballa, “todos los demás problemas se resolverán. La Iglesia no entra en el meollo de las discusiones entre israelíes y palestinos sobre dónde deben estar los límites: las cuestiones políticas deben ser resueltas por las autoridades políticas. Pero Jerusalén no es solo soberanía. Es el corazón de millones de creyentes, un símbolo religioso indispensable”.
Jerusalén no es solo soberanía. Es el corazón de millones de creyentes, un símbolo religioso indispensable
Pero, ¿cuál es la situación de Medio Oriente y, en general, cuántos católicos hay? El arzobispo Pizzaballa lo traza en cifras: en Jordania hay 7 millones de jordanos y 3 millones de refugiados, de los cuales los cristianos son solo 170.000; en Israel hay 7 millones de judíos y 1.5 millones de árabes musulmanes, y entre ellos solo 140.000 árabes cristianos; en Palestina hay un poco más de 4 millones de musulmanes y 45.000 cristianos.
“Las relaciones que tengo con judíos y musulmanes han cambiado mi vida”, dijo el arzobispo Pierbattista Pizzaballa
Además, Tierra Santa es cada vez más un lugar de peregrinación, atrae al 50% de los peregrinos cristianos, y de partes cada vez más diferentes: anteriormente, el 90% provenía de Europa y EEUU; ahora, de estos países viene el 50% y el resto de América Latina.
El arzobispo Pizzaballa no es pesimista: “Las relaciones que tengo con judíos y musulmanes han cambiado mi vida”. Con el diálogo constante, “el otro ya no es uno que está detrás de la cortina, sino que se convierte en parte de tu vida”. Actualmente, “hay una nueva conciencia, y continúa a paso lento, pero muy claramente orientada hacia la participación, la colaboración, la armonía”.