¿Qué significa “Opus Dei”?
“Opus Dei” significa “Obra de Dios” en latín. Es una institución jerárquica de la Iglesia católica, una prelatura personal, que tiene como finalidad contribuir a la misión evangelizadora de la Iglesia.
Concretamente, se propone difundir una profunda toma de conciencia de la llamada universal a la santidad y del valor santificador del trabajo ordinario. El Opus Dei fue fundado por san Josemaría Escrivá el 2 de octubre de 1928.
¿Qué misión tiene el Opus Dei?
“El Opus Dei -explica en una entrevista su fundador, Josemaría Escrivá de Balaguer- se propone promover entre personas de todas las clases de la sociedad el deseo de la perfección cristiana en medio del mundo. Es decir, el Opus Dei pretende ayudar a las personas que viven en el mundo —al hombre corriente, al hombre de la calle—, a llevar una vida plenamente cristiana, sin modificar su modo normal de vida, ni su trabajo ordinario, ni sus ilusiones y afanes”.
“Si se quiere buscar alguna comparación, la manera más fácil de entender el Opus Dei es pensar en la vida de los primeros cristianos. Ellos vivían a fondo su vocación cristiana; buscaban seriamente la perfección a la que estaban llamados por el hecho, sencillo y sublime del Bautismo. No se distinguían exteriormente de los demás ciudadanos”.
Más información sobre el Opus Dei
Para más información visita la sección con Preguntas más frecuentes, sobre esta institución de la Iglesia católica.
También hay información sobre la prelatura del Opus Dei en el Glosario: El Opus Dei de la A a la Z.
Si tienes cualquier duda o quieres ampliar información escríbenos a info.es@opusdei.org
En Instagram nos hicieron multitud de preguntas que respondimos en este story.
Si tienes media hora puede ver un documental en el que se explica cómo vive su fe cristiana una persona del Opus Dei.
O si no dispones de tanto tiempo, te dejamos un vídeo más breve (2 minutos) en el que san Josemaría Escrivá resume el espíritu del Opus Dei: vivir acompañados por Dios las tareas de cada día. El Fundador fue canonizado por Juan Pablo II en 2002.
Artículo publicado originalmente en 2006.