Gracias a mi esposa y al Opus Dei ahora soy católico

Joel Zambrano, guatemalteco e ingeniero mecánico eléctrico con MBA, conoció el Opus Dei gracias a su novia y siete años después de recibir formación, previo a casarse, recibió los sacramentos de iniciación cristiana y se hizo católico. A continuación, nos cuenta su historia de conversión.

Hace varios años conocí a Michelle, con quien recientemente me casé, y puedo decir que me enamoré de ella por su corazón, inteligencia y por su gran amor a Dios. Admiraba que ella era muy practicante de su religión católica. Yo había sido educado en la religión evangélica y practicaba, pero esto no fue un impedimento para nosotros porque ella siempre fue muy respetuosa de mis creencias.


Antes de conocer el catolicismo para mí lo importante era únicamente tener fe y una relación personal con Dios.

Una de las cosas que llamaban mi atención era que ella asistía a medios de formación en un centro del Opus Dei y siempre hablaba que se podía ser santo a través del trabajo. Esto a mí me parecía interesante y me llamaba la atención, porque para mí lo importante era únicamente tener fe y una relación personal con Dios.

Michelle con cierta audacia en algún momento me planteó que fuera a un centro del Opus Dei a conocer y recibir formación para que yo entendiera un poco lo que ella vivía. Por un momento, no me interesó, pero ella fue perseverante, paciente y siempre respetuosa.

Hasta que un día decidí asistir. Me hablaron de unas clases sobre teología que daba un sacerdote en el Club Universitario Balanyá en Guatemala, y me llamó la atención. Así que asistí a mi primera clase con el padre Guillermo, capellán en ese momento de Balanyá. Las coincidencias o ironías de la vida, pero mi primer día de clases el tema que trataron fue la reforma protestante y las enseñanzas de Martín Lutero.

Llegué a la clase y el padre no sabía que yo era evangélico, me llamó la atención todo lo que explicó y la verdad que comprendí muy bien lo que decía y en ningún momento me sentí mal, sino que únicamente era una clase de historia y comencé a asistir con periodicidad a estas clases de formación que impartían todos los lunes.



Poco a poco fui comprendiendo muy bien las enseñanzas de la Iglesia Católica. 

Al poco tiempo, me plantearon asistir a un curso básico de formación católica con un grupo de profesionales jóvenes y lo impartía Roberto, un supernumerario. Poco a poco fui comprendiendo muy bien las enseñanzas de la Iglesia Católica y entendía mejor lo que mi novia Michelle vivía.

Con el paso de los años, tenía claro que me quería casar con Michelle, pero sabía que para ella era muy importante casarse por la Iglesia Católica. Todo hay que decirlo que a mí me empezó a atraer mucho la religión católica, pero quise tomarlo con calma para que no fuera una decisión precipitada. Pero, aunque no lo era todavía, comencé a vivir como católico: asistía a Misa, rezaba ante el Santísimo, entre otras prácticas. Asistí a una convivencia de formación que organizaron de Balanyá en el 2020 para tratar temas de noviazgo y matrimonio, y en el 2021 asistí a un curso de retiro en Altavista; participaba en los medios de formación y en los retiros mensuales.



Tomé la decisión de que me quería casar con Michelle por la Iglesia Católica y por lo tanto tenía que bautizarme.

Llegó el momento de dar pasos firmes en mi vida y me comprometí con Michelle, comenzamos todos los preparativos de la boda, pero yo seguía sin decidirme a hacerme católico, porque tenía en la mente que tenía que conocer mejor y estar más seguro. Empecé a leer el Catecismo de la Iglesia Católica, continuaba asistiendo a los medios de formación en Balanyá, hice el curso prematrimonial y por último leí el libro El Regreso a Casa de Scott Hahn. Este libro me impactó, el autor relata la experiencia de su conversión a la Iglesia Católica y su búsqueda de la verdad, con lo cual me sentí identificado. Luego tomé la decisión de que me quería casar con Michelle por la Iglesia Católica y por lo tanto tenía que bautizarme.

Joel y Michelle el día de su boda



El día del bautismo fue muy especial e importante para mi vida, todos estaban muy felices.

Todo esto lo hice con mis propias reflexiones y el conocimiento de la fe católica. Nadie en Balanyá, ni Michelle, me presionaron, siempre me sentí muy libre y era paradójico como yo siendo evangélico estaba siempre en actividades católicas. Platicando con el padre Guillermo, quien se convirtió en mi guía espiritual, un día le dije que quería ser católico y comenzamos un proceso de preparación que me llevó a bautizarme en enero de 2022. Fue una ceremonia muy especial, a la que asistió sólo mi novia Michelle, mi mamá, que es evangélica, Kevin quien fue mi padrino y el padre Guillermo, que celebró el sacramento. Fue un día muy especial e importante para mi vida, todos estaban muy felices por mi bautismo. Luego, en marzo de 2022 nos casamos con Michelle y puedo decir que somos y seguimos siendo muy felices, con Dios y la Iglesia Católica como centro de nuestro hogar.

Aspiro a que mi matrimonio sea el camino hacia la santidad, así como mi trabajo que tanto me apasiona, ya que, todo hay que decirlo, lo que primero me llamó la atención de las enseñanzas del Opus Dei y de san Josemaría fue como uno puede llegar al cielo a través de la vida ordinaria, buscando agradar a Dios en la vida profesional y en la vida familiar. Doy gracias a Dios por haber puesto en mi camino a Michelle y al Opus Dei, quienes me han ayudado mucho a ser una mejor persona y ahora un mejor católico.