El Papa anima a 15.000 jóvenes a dar vida a un continente rico en valores

Miles de jóvenes escucharon un mensaje grabado de Juan Pablo II que fue emitido en el transcurso de un encuentro organizado en Loreto por la Acción Católica, el pasado 3 de septiembre. Además de referirse al papel de los jóvenes en la construcción de Europa, el Papa afirmó que "la civilización del amor no se construye separando el Evangelio y la cultura".

Más de 15.000 jóvenes participaron en Loreto en un encuentro de oración y de fiesta, que tuvo lugar la tarde-noche del pasado 3 de septiembre, en el que se alternaron canciones de artistas italianos con testimonios de jóvenes de Sudán, Irak, España y Sarajevo.

La fiesta-peregrinación promovida por Acción Católica Italiana comenzó el 1 de septiembre y se clausuró con la celebración de la Santa Misa durante la que el Papa beatificó a Alberto Marvelli, Pina Suriano y Pere Tarrés i Claret, tres miembros de Acción Católica. Se calculan que eran presentes en la ceremonia más de 200.000 personas.

El programa también incluyó un saludo grabado de Juan Pablo II a un grupo de jóvenes que algunos días antes habían entregado al Papa en Castelgandolfo "La Carta de los jóvenes cristianos de Europa", una idea nacida durante la peregrinación juvenil europea a Santiago de Compostela con ocasión del Año Santo Jacobeo.

"Ser testigos de Cristo –dijo el Papa- para construir una Europa de la esperanza. Este es el mensaje que queréis lanzar a vuestros contemporáneos y a toda la comunidad europea de hoy. El sueño que lleváis en el corazón es el de una Europa orgullosa de su rico patrimonio cultural y religioso y atenta al mismo tiempo a los valores de la humanidad y de la vida, de la solidaridad y de la acogida, de la justicia y de la paz".

"No os avergonzáis del Evangelio y sois conscientes de que la civilización del amor no se construye separando el Evangelio y la cultura, sino buscando entre ellos síntesis siempre nuevas".

Juan Pablo II afirmó también que los jóvenes desean recorrer este camino "para dar vida a un continente rico sobre todo de valores, capaz de memoria, para no olvidar los errores del pasado y, más aún, para consolidar las propias raíces espirituales. Para llevar a cabo vuestra misión es necesaria fidelidad a Cristo y a su Iglesia, coherencia y valentía hasta el heroísmo de la santidad. Es el itinerario que han recorrido los santos y las santas de Europa en los siglos pasados. Que su testimonio sea un estímulo para cada uno de vosotros, queridos jóvenes que me seguís a través la radio y la televisión".

El acto terminó con una peregrinación en silencio a la Santa Casa de Loreto.

Vatican Information Service