Buscando cobre, encontré más que oro

Angelo, Marcello, Alessandro, Sergio y Santiago, llegaron al Centro Universitario Ciudad Vieja buscando un lugar para vivir y estudiar, y no contaban con que tendrían el encuentro de sus vidas.

Hay un dicho popular que dice "vine buscando cobre, y encontré oro", que se usa cuando una persona está en busca de algo y al final consigue más de lo que esperaba. Esto nos ocurre con mucha frecuencia en el Centro Universitario Ciudad Vieja (CUCV), en Ciudad de Guatemala, donde muchos de los residentes llegamos a buscar nada más un buen lugar donde vivir mientras estudiamos la universidad, y en el camino descubrimos que hemos conseguido muchísimo más. Esto aplica para todos los campos: académico, humano, cultural, social y, para quienes lo buscamos, también en lo espiritual.

Desde que llegamos nos explican que la formación espiritual en el CUCV es algo totalmente libre, abierto para todos, y a quienes lo buscamos, nos ofrecen muchas posibilidades. Por ello, vivir en la residencia significa muchas cosas, pero para algunos resulta la oportunidad de tener el encuentro de nuestras vidas: encontrarse con Cristo por primera vez o de reencontrarse con Él después de mucho tiempo. Esto nos ocurrió este año a Angelo, Marcello, Alessandro, Sergio y Santiago, quienes decidimos prepararnos para recibir los sacramentos de la iniciación cristiana.

Primer paso: el bautismo

El primer sábado de septiembre fuimos bautizados en el oratorio del CUCV: Angelo, Marcello y Sergio. El día comenzó muy temprano: a las 6:30am sería la ceremonia del bautismo, seguida de la Santa Misa donde recibiríamos por primera vez el Cuerpo de Cristo. El padre Ronaldo Palomo tenía todo preparado desde algunos días antes, incluso a los residentes encargados de asegurarse que nos despertáramos a tiempo. Tal era la ilusión que, a pesar de lo temprano que era para un sábado, muchos residentes nos acompañaron en la ceremonia. Ese día lo celebramos por todo lo alto.

Marcello recibiendo el sacramento del bautismo

Angelo recibiendo la primera comunión

Unas semanas después se sumaron Alessandro y Santiago, para recibir el sacramento de la confirmación en el Colegio El Roble. Fue otro día de emociones, porque nos acompañaron también nuestros padres y padrinos, quienes se unieron a la celebración y a la alegría de recibir este sacramento que nos fortalece en nuestra relación con Dios.

Sergio el día de la confirmación

La residencia nos ayudó a fortalecer nuestros estudios académicos y el interés por los más necesitados, pero siempre teníamos la inquietud por mejorar nuestra vida espiritual. En ese sentido, encontramos buenas personas que nos orientaron en todo momento y tuvieron paciencia para formarnos, porque no dudamos en decir que venimos buscando cobre y encontramos oro, encontrarnos con Cristo ha sido lo mejor de nuestro paso por el CUCV.

Con algunos residentes luego de recibir el sacramento de la confirmación