Testimonio de Monseñor Juan Ignacio González Errazuriz:
"Lo conocí personalmente en el año 1974 en Chile. Yo ya era de la Obra, hace un tiempo ya. Estaba estudiando la carrera de derecho y recuerdo una cosa específica que me ocurrió a mí.
Tenía -por indicación médica- que caminar todos los días un poco; y salí a caminar por el patio de un centro que se llama La Alameda, en Santiago. Estamos hablando del mes de julio del año 1974. Y, aprovechamos nosotros para tomarnos de su brazo y caminar. En una de esas ocasiones me tocó a mi y yo me tomé del brazo de él junto con otro y caminamos, conversando. Él iba comentando cosas y de repente le dije yo: Padre porque no entramos al "living" -a la sala de estar- que esta aquí al lado. ¿Quiere abrir la puerta y entrar y sentarnos? No sé por qué le dije eso. Y el me dijo: "hijo mío, en el Opus Dei el primero en obedecer soy yo, y a mí me han dicho que debo caminar así que sigamos caminando". Se dio media vuelta y seguimos caminando de nuevo por el patio.
Era tan fácil sentarse un rato. Había un grupo de universitarios, jóvenes ahí. Pero ese pequeño detalle me dejó marcado a mí (...). Era por así decirlo, el que mandaba en el Opus Dei. Sin embargo se sometía a los pequeños detalles del médico; y le sirve a uno para su vida personal, para aprender a obedecer porque algunas veces cuesta..."