Una reliquia de san Josemaría en un barrio popular de Sevilla

El domingo 30 de marzo tuvo lugar en la Misa de 12:00 de la Parroquia del Buen Pastor y San Juan de la Cruz la entronización de una reliquia de san Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei.

Presidió la concelebración el párroco, D. Santiago César González Alba, y concelebró y predicó la homilía D. Javier Yániz Fernández, Vicario del Opus Dei para la Delegación de Andalucía Occidental y Extremadura.

En la parroquia hay una gran devoción al santo, muy popular en el barrio, como testimonia el cuadro expuesto a la veneración de los fieles en el presbiterio y ahora, la reliquia “ex sanguinis”.

La iniciativa partió del párroco, D. Santiago, y de la Hermandad, cuyos sagrados titulares se veneran en el templo: “Fervorosa Hermandad y Cofradía del Redil Eucarístico de la Divina Pastora de las Almas y San Pío de Pietralcina”, en la barriada del Padre Pío, de Sevilla, un popular barrio al este de la ciudad de Sevilla.

En la Santa Misa estuvieron todos los miembros del Consejo Parroquial con sus dos Hermanos Mayores, así como algunos representantes de las hermandades del Rocío del Cerro del Águila y la Anunciación de Nuestra Señora.

El párroco hizo la petición de una reliquia de san Josemaría para la parroquia y salida de la Divina Pastora.

El barrio del Padre Pío-Palmete es el más oriental de los barrios de Sevilla y el de mayor superficie, con 4 km². Tiene sus raíces en las expansiones urbanísticas de Sevilla de mediados del siglo XX; originalmente concebido como una zona de viviendas para trabajadores. Las primeras construcciones son de los años 60, cuando inmigrantes de zonas rurales empezaron a establecerse en San José de Palmete, La Doctora-Padre Pío y La Negrilla. Tiene varios polígonos industriales: El Pino, El Sombrerón, La Negrilla y La Chaparrilla.

El barrio tiene retos que requieren soluciones creativas, pues está incluido entre los más pobres de España, con un alto desempleo. Y a la vez, ofrece algunas fortalezas que pueden ayudar a que sus habitantes crezcan y mejoren: el vecindario es acogedor, la Parroquia del Buen Pastor y San Juan de la Cruz es un punto de referencia para el barrio: desde ella sale la procesión de la Hermandad del Padre Pío durante la tarde del sábado de Pasión, en la que participan muchos vecinos; la vida cultural y social del barrio es activa y diversa: hay varios centros cívicos y asociaciones vecinales, como el Centro Cívico Guadaira, donde tuvo lugar una recepción al acabar la Santa Misa el pasado domingo, y otras.

D. Javier Yániz Fernández, Vicario del Opus Dei para la Delegación de Andalucía Occidental y Extremadura

Hay también varias Hermandades, como la del Jesús de la Salud y la Clemencia y la Virgen de la Divina Gracia; hay varios colegios públicos y en el vecino barrio del Cerro de Águila y Su Eminencia, está situado el Colegio Altair, obra corporativa del Opus Dei, que nació en los años 60 por impulso de san Josemaría, que alentó a un grupo de sevillanos a iniciar una labor educativa en ese barrio: un nutrido número de alumnos y antiguos alumnos de Altair son del barrio Padre Pío-Palmete.

En sus palabras, D. Santiago comentó su alegría por tener en la parroquia una reliquia de san Josemaría, “que refuerza su devoción a un santo que intercederá desde el Cielo por todos nosotros y por esta parroquia”.

Y D. José Antonio Tejada resaltó que “veneraremos la reliquia cuando acudamos a la parroquia y en la salida procesional de nuestra venerada imagen, la Virgen María, Divina Pastora”.

D. Javier Yániz en su homilía puso el foco sobre la liturgia del Domingo Laetare en el que la Iglesia Católica subraya la alegría de la Redención que nos ha ganado Jesucristo, Nuestro Salvador, y agradeció al Párroco, a las autoridades de la Hermandad y del Consejo de Hermandades de Sevilla y a los fieles que asistían su presencia en un día tan significativo y dirigiéndose a los padres de familia, les alentó en la llamada universal a la santidad y en la santificación del trabajo y de la familia, modo que enseñó san Josemaría a los fieles laicos y a los sacerdotes como camino de vida cristiana en medio del mundo.