Por la costanilla de San Pedro hasta la Iglesia de san Pedro

Recorrido histórico de los lugares fundamentales relacionados con la fundación del Opus Dei.

Bajando por la Costanilla de San Pedro el paseante llega hasta la iglesia de San Pedro, en la calle del Nuncio, nº 14.

Esta iglesia de San Pedro es una de las dos iglesias más antiguas de Madrid, junto con la de San Nicolás de los Servitas.

San Josemaría ejerció una intensa labor pastoral en toda esta zona hasta la Costanilla de San Pedro. Por ejemplo, el 24 de junio de 1928 estuvo visitando a un enfermo, Manuel Méndez, que vivía en el nº 7 de esta calle.

Este templo de San Pedro fue posiblemente mezquita antes que iglesia, y su alminar debió convertirse en campanario tras la Reconquista. En la torre hay una ventana de estilo arabigobizantino, única en Madrid. La torre mudéjar data del siglo XIV y la iglesia, del siglo XV.

Se tienen datos históricos de esta iglesia desde el siglo XIII. En el Fuero de Madrid de 1202 ya se cita esta parroquia. El arquitecto Francisco Sanz (1655—1675) hizo una profunda reforma en el siglo XVII. En el lado del Evangelio se lee en una lápida: Rodrigo de Vivar legó una cantidad de maravedises a la Parroquia para que se retribuyese a dos fieles que acudiesen con hachas al acto de acompañar el Santísimo Sacramento a los enfermos”.

En esta iglesia se venera la imagen de Jesús el Pobre, obra de Juan de Astorga, tallada en Sevilla en el siglo XVIII. Procede de la Casa de Pilatos, el palacio sevillano de los Duques de Medinaceli, que donaron esta imagen al templo. Es una de las variantes de imagen de nazareno inspiradas en las del escultor sevillano Juan de Mesa (1583-1627). Se le llama Jesús el Pobre para diferenciarlo de otro nazareno, Jesús de Medinaceli.

Todos los viernes, y especialmente los de Cuaresma, se desarrollan actos de devoción hacia esta imagen, que evoca este pasaje del Evangelio de San Juan. 19, 2-6: "Y los soldados, tejiendo una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y lo envolvieron en un manto de púrpura; y acercándose a él, le decían: “Salve, rey de los judíos”. Y le daban bofetadas. Pilato volvió a salir fuera y les dijo: “Ved que os lo traigo para que sepáis que no encuentro en él culpa alguna”. Salió entonces Jesús fuera llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Y les dijo: ¡Aquí tenéis al hombre!"

Saliendo de la iglesia de San Pedro, cruzando la costanilla de San Pedro, el paseante se encuentra con la calle Príncipe de Anglona, un teniente general de la familia de Javalquinto, que se distinguió en la Guerra de la independencia.