Dora, siempre en mi camino

Tengo muchas razones para agradecer a Dora: cosas buenas que nos han pasado a mí, a mi familia y amigos gracias a Dora.

En el verano de 2017, estaba conduciendo a casa, me faltaba una hora para llegar y el móvil tenía solo 15% de batería. Necesitaba que durara porque no sabía el camino, y me estaba guiando por el GPS del teléfono. Recé a Dora y la batería duró hasta llegar a casa a tiempo.

Durante ese verano, participé en algunos torneos de golf. Al principio me ponía muy nerviosa, pero hablar con Dora me ayudaba a calmarme. Al final, gané el primer premio. En otro torneo, antes de golpear la pelota, dije: "Vamos, Dora" y ¡gané el premio más cercano al pin!

Como recibo tantos favores de Dora, suelo hablar de ella con mis amigas. Vivo en una residencia de estudiantes y, allí, es muy fácil difundir su devoción.

A una de ellas, le ayudó en su examen de Matemáticas. Había escrito un signo negativo delante de un número, cuando se suponía que la respuesta era positiva. Afortunadamente el profesor pasó el examen.

Otra amiga perdió un regalo que había recibido de su madre. Rezamos a Dora y, unas horas más tarde, lo encontró. También perdió un libro por el cual la biblioteca le iba a cobrar $200. Rezamos a Dora nuevamente, con la promesa de que compraríamos flores para la Virgen si aparecía el libro. Mi amiga encontró el libro y llevamos el regalo a la Virgen.

Me hizo otro favor, cuando quise cambiar un par de zapatos que me habían regalado. Lamentablemente, no tenía el recibo de regalo y el valor que me ofrecían era muy bajo: el menor monto ingresado al sistema. El gerente de la tienda dijo que solo podía obtener una nota de crédito. No acepté la propuesta de inmediato porque tenía que pensarlo. Salí de la tienda y recé a Dora para que me ayudara a tomar la mejor decisión. Luego, regresé a la tienda y decidí cambiar los zapatos de todos modos. ¡Un nuevo cajero me ayudó y me dijo que el valor era más del doble!

Otra amiga sufría picazón en la piel y erupciones. Le rezamos a Dora y, después de un par de días, ¡ella sanó! En otra ocasión, le apareció un bulto bastante grande en su cuerpo que le dolía. El médico le dijo que podría necesitar cirugía si no desaparecía. Ese mismo día, el bulto "explotó" y se curó solo.

Otra amiga, que trabaja en una farmacia, estaba buscando unos medicamentos que se habían extraviado y que necesitaba para un paciente. Pidió a Dora que la ayudara a encontrarlos, y así fue. Estaba muy agradecida. Se ha propuesto leer la biografía de Dora para conocer más sobre su vida.

Por último, recé para que mi hermana gemela pudiera tener hijos. Dora nos escuchó y quedó embarazada de gemelos, un niño y una niña. ¡Estos bebés sanos nacieron el 27 de abril de 2018!

¡Tenemos muchas razones para agradecer a Dora! Muchas cosas como estas nos han pasado a mí, a mi familia y amigos, gracias a Dora. Ella siempre nos ayuda a encontrar cosas que hemos perdido. Le agradezco con todo mi corazón.

M. L.

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