En estos días se cumple un siglo de aquella señal que cambió radicalmente la vida de quien, una década después, fundaría el Opus Dei y sería canonizado por el Papa Juan Pablo II en el año 2002.
En enero se han celebrado en Logroño dos actos conmemorativos del Centenario de las “Huellas en la Nieve”. El primero de ellos fue en la Biblioteca de La Rioja el pasado día 18 con dos conferencias sobre aquel suceso.
Cerca, en la logroñesa calle Marqués de San Nicolás, a la altura del palacio de La Merced, una placa de bronce con el rostro de San Josemaría recuerda que «en este lugar, entre diciembre de 1917 y enero de 1918, San Josemaría Escrivá descubrió su vocación de entrega a Dios al ver las huellas que dejaban en la nieve un religioso carmelita que transitaba por la calle».
La profesora de la Universidad de Navarra Inmaculada Alva, colaboradora del Centro de Documentación y Estudios Josemaría Escrivá de Balaguer, explicó la situación social de Logroño y el ambiente que se encontró la familia Escrivá Albás a su llegada a la capital riojana. A continuación, el profesor de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma) D. José Luis González Gullón, miembro del Instituto Histórico Josemaría Escrivá de Balaguer, se detuvo a valorar el significado de la vocación que nacía a raíz de ese suceso, las decisiones que se originaron en el alma del joven respecto a su futuro y la trascendencia del hallazgo. El acto fue seguido por más de 200 personas.
Un retablo en honor de san Josemaría
El domingo 21 se celebró en la iglesia de Santiago el Real, que fue parroquia de la familia Escrivá durante su estancia en Logroño, la bendición de un retablo en honor de san Josemaría. El acto estuvo presidido por el obispo de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño D. Carlos Escribano Subías, acompañado por el obispo de Arecibo (Puerto Rico) D. Daniel Fernández Torres, y el Vicario Delegado del Opus Dei para La Rioja y Aragón D. Pablo Lacorte Tierz. Participaron en la celebración sacerdotes y seminaristas así como un numeroso grupo de fieles.
A esta parroquia perteneció san Josemaría durante sus años en Logroño; aquí fue bautizado su hermano Santiago y se celebraron las exequias de su padre D. José. Muy cerca del nuevo retablo se halla entronizada la Virgen de la Esperanza, patrona de la ciudad. Además el templo cuenta con un rico pasado decisivo en la historia de Logroño.
La ceremonia comenzó con la bendición del retablo que está presidido por un óleo de Isabel Guerra; ha quedado enmarcado en un arcosolio lateral del templo y será destino de la mirada que los numerosos peregrinos del Camino de Santiago dirijan en cuanto entren en la iglesia.
En la homilía, Mons. Escribano describió el suceso que dio origen a la vocación del fundador del Opus Dei, magníficamente representado en la bajorrelieve de Diana García Roy que hay debajo del cuadro, alentando a los presentes a su participación en la misión apostólica de La Rioja en la que la diócesis está comprometida. En particular, el prelado riojano pidió que al acudir a su intercesión, pidiésemos por las vocaciones sacerdotales.
Más información
• Las pisadas que iluminaron a Escrivá (Marcelino Izquierdo, en La Rioja)
• Centenario de la vocación de Escrivá (La Rioja)
• La Rioja Pasos y huellas: artículo de Agustín Marraco, sacerdote. (PDF)