Academia Cicuéndez

Recorrido histórico de los lugares fundamentales relacionados con la fundación del Opus Dei.

En el primer piso del nº 42 de la calle San Bernardo, haciendo esquina con la calle del Pez, junto a la Universidad Central, estaba la Academia Cicuéndez, donde san Josemaría comenzó a dar clases en el curso 1927-28, de Derecho Romano y Derecho Canónico.

Cuenta Vázquez de Prada: "El curso 1927-1928 fue el primer año que trabajó en la Academia. El contrato de enseñanza se fue renovando anualmente, a satisfacción mutua, tal vez hasta 1933. Don Josemaría daba sus clases en el turno de la tarde. (...)

Hasta en los cortos ratos libres, antes y después de las clases, hacía apostolado con los estudiantes. Mariano Trueba lo describe, bajo esta faceta de su vigor apostólico, como «un hombre dinámico, de aspecto fuerte y buen color en el rostro. Muy directo en el trato, y con deseo de meterse en la vida de todos».

Las disposiciones interiores de aquel profesor sacerdote eran tan transparentes para sus discípulos que, guardando las distancias propias de la docencia, le trataban como amigo y compañero. Les impresionaba la pulcritud de su aspecto y la elegancia de sus modales. Grande fue, pues, la sorpresa de los alumnos cuando un día se presentó en clase con la sotana toda manchada de blanco.

Algo raro debía haberle ocurrido para no tener tiempo de cepillarse. Le tiraron de la lengua —refiere Mariano Trueba— y les contó lo sucedido. Venía en la plataforma del tranvía cuando notó que un obrero albañil, con un mono manchado de cal, se le iba acercando con una aviesa intención, que el sacerdote adivinó en su mirada. Y, adelantándose a su propósito, se le abrazó estrechamente mientras le desarmaba diciendo: ¡Ven aquí, hijo mío, rebózate conmigo!; ¡¿te has quedado a gusto?!.

«En mi interior —refiere Mariano Trueba— pensaba yo que aquello sólo era posible hacerlo si D. Josemaría era un santo, y así lo comenté con mis compañeros».

Mayor asombro les produjo el comentario de uno de los profesores que enseñaban en la Academia. Por lo visto, aquel joven sacerdote aragonés (...) alternaba la explicación del Codex y las Pandectas con las visitas a pobres y enfermos en barriadas miserables. Se lo creyeron a medias y, sobre si era o no cierto, hicieron apuestas. Siguiéndole a escondidas fueron a parar al extremo norte, al barrio de Tetuán de las Victorias; y, otro día, al arrabal del pueblo de Vallecas, al sur."

Siguió dando clases en esta Academia en los cursos siguientes. En esta calle de San Bernardo residía la familia de Juan Jiménez Vargas. En su casa se refugió el Fundador la mañana del 2 de octubre de 1936, a causa de la persecución religiosa.

Bajando por la calle del Pez hasta el final, y pasando junto a la plaza de Carlos Cambronero, se llega hasta la Corredera Baja de San Pablo.

En esta calle el paseante encuentra, en el nº 16, la sede de la Santa Pontificia y Real Hermandad del Refugio y Piedad de Madrid.

Los miembros de esta antigua hermandad recorrían por las noches las calles de Madrid repartiendo agua, pan blanco y un huevo duro a los menesterosos.

La iglesia de San Antonio pasó a depender de la Hermandad del Refugio en 1701, por orden de Felipe V, ya que los reyes de España han pertenecido siempre a esta hermandad.. Era conocida popularmente como La Ronda del pan y el huevo. Aún se conserva la plantilla de madera con un agujero redondo con la que se garantizaba el prestigio de la Hermandad. Solía decirse: si pasa no pasa, porque los miembros de esta hermandad procuraban dar siempre alimentos de calidad.

En el templo de San Antonio de los Alemanes, que se encuentra en este lugar, el único de Madrid de espacio elipsoidal, el paseante puede admirar el fresco que recubre todas las paredes y la bóveda con temas relacionados con San Antonio de Padua (1195—1231). Los frescos de la bóveda son de Carreño de Miranda(1614—1685) y Francisco Ricci (1614—1685). Hay obras de Vicente Carducho y Eugenio Cajés.

Cruzando esta calle el paseante encuentra la calle Colón, que le lleva a la calle de la Farmacia, donde está el edificio de la Real Academia de Farmacia, construida en tiempos de Fernando VII.