איפה אני? ¿Dónde estoy?: relato de una curación
Geraldo Morujão, sacerdote de la diócesis de Viseu (Portugal), sufrió un paro cardíaco en una piscina en Tierra Santa. A sus 89 años sigue nadando. Atribuye su recuperación a la intercesión ante Dios del beato Álvaro del Portillo. Un vídeo y un relato explican este favor.
Superó su adicción al juego
Mi mujer había caído en la adicción de los juegos de azar y las apuestas. Gracias a la intercesión del beato Álvaro del Portillo y a la ayuda médica recibida, la situación ha ido mejorando.
Gracias al beato Álvaro vendimos la casa
Me quedé sin trabajo debido a la pandemia, así que tomamos la decisión de vender la casa para poder seguir adelante.
Logré obtener el permiso de residencia
Gracias al beato Álvaro se solucionó el error administrativo que ponía en grave riesgo la renovación de mi residencia en España.
Don Álvaro nos sacará de esta también
Gracias a la intercesión del beato Álvaro los problemas económicos se van resolviendo poco a poco.
El tumor se quedó quietecito
El tumor que diagnosticaron a mi padre hace tres años sigue igual.
Navidades en familia
Don Álvaro hizo posible que unos familiares pudieran viajar para celebrar con nosotros la Navidad
Don Alvaro me ayudó a mantenerme honrado
Cuando estuve seguro que la empresa era fraudulenta me negué a negociar con la banca. El resultado fue que me despidieron a los 58 años y con 4 hijos en edad escolar
Estampas de don Álvaro para lidiar con enfermedades
Durante estos años en los que hemos tenido que lidiar con diversas enfermedades, el Beato Álvaro siempre nos ha acompañado a través de su estampa.
Entré mis gafas bajo el mar
Dando un paseo por la playa con mi mujer perdí las gafas. Eran las únicas que tenía y sin ellas soy incapaz de trabajar.