El tiempo de una presencia (V): Pascua, he resucitado y aún estoy contigo
El tiempo de Pascua, estallido de alegría, se extiende desde la vigilia Pascual hasta el domingo de Pentecostés. En estos cincuenta días la Iglesia nos envuelve en su alegría por la victoria del Señor sobre la muerte. Cristo vive, y viene a nuestro encuentro.
El tiempo de una presencia (VIII): Las Fiestas del Señor durante el tiempo ordinario (II)
El Sagrado Corazón de Jesús, la Transfiguración del Señor, la Exaltación de la Santa Cruz y Cristo Rey del Universo son las fiestas litúrgicas que se comentan en este texto.
¿Qué significan los colores del año litúrgico en la Misa?
El morado, verde, rojo, blanco, rosado y azul dividen el calendario litúrgico. Cada color resalta una faceta de la vida de Jesucristo y adentra al presbiterio y al fiel en el misterio de los sacramentos. En la celebración, el sacerdote se reviste de Cristo; actúa y habla, no en nombre propio, sino "en la persona de Cristo".
El tiempo de una presencia (IV): Semana Santa, nos amó hasta el fin
La Semana Santa es el centro del año litúrgico: revivimos en estos días los momentos decisivos de nuestra redención. La Iglesia nos lleva de la mano, con su sabiduría y su creatividad, del Domingo de Ramos a la Cruz y a la Resurrección.
Reunidos en comunión: rezando con toda la Iglesia
El Canon Romano nos da la medida de la oración de la Iglesia, que abraza el espacio y el tiempo, como los brazos abiertos de Jesús en la Cruz.
Libro electrónico «El tiempo de una presencia»
Un libro para percibir el rico arco de tonalidades de la liturgia a lo largo del año; para entrar en el «tiempo y espacio de Dios».
El tiempo de una presencia (XI): Como una gran sinfonía, los santos en el año litúrgico
En el concierto de la historia, cada santo toca un instrumento distinto. Nos asomamos a esta música celebrando su memoria a lo largo del año litúrgico.
El tiempo de una presencia (X): La música que viene de Dios, canto y música en la liturgia
La música ha tenido siempre un lugar central en la liturgia cristiana. Como el silencio, es un lenguaje que necesitamos para entrar en sintonía con la belleza de Dios, para descubrir su presencia. Caen las prisas, caen los cálculos, como siempre que se trata de amor: cantamos porque queremos tener tiempo para Dios.
El tiempo de una presencia (IX): «Me llamarán bienaventurada», santa María en el año litúrgico
Santa María, Madre de Dios: el año inicia con la fiesta que indica el lugar especial de la Virgen en el misterio cristiano. A lo largo del año, la Iglesia recuerda a sus hijos la presencia maternal y discreta de María: junto a San José, Ella peregrina con nosotros a través de la historia.
El tiempo de una presencia (VI): Tiempo ordinario, el domingo, día del Señor y alegría de los cristiano
"¡No tengáis miedo de dar vuestro tiempo a Cristo!". Este consejo de san Juan Pablo II se refiere principalmente al domingo, día de descanso en familia y día de adoración a Dios. Nuevo editorial de la serie sobre el año litúrgico.