Arzobispo de Guayaquil recuerda al beato Josemaría en el centenario de su bautismo
El Arzobispo de Guayaquil, Monseñor Juan Larrea, presidió el domingo 13 de enero una solemne concelebración eucarística en la Iglesia Rectoral del beato Josemaría. En su homilía, el Prelado guayaquileño recordó que la fiesta litúrgica de ese día -el bautismo del Señor- coincidía con el centenario del bautismo del beato Josemaría, el 13 de enero de 1902.
Presidente del Ecuador en acto conmemorativo del centenario del beato Josemaría
En presencia del Dr. Gustavo Noboa, Presidente Constitucional del Ecuador, se presentó el martes 8 de enero una nueva edición ecuatoriana de “Santo Rosario”, un libro del beato Josemaría que ahora es publicado para conmemorar el centenario de su nacimiento.
En la Catedral Metropolitana de Quito
Once obispos, cuarenta sacerdotes y cerca de dos mil fieles asistieron en la catedral de Quito a la Santa Misa en el centenario del nacimiento del beato Josemaría, el pasado miércoles 9 de enero. La concelebración eucarística fue presidida por el Cardenal Arzobispo de la ciudad y Primado del Ecuador, Mons. Antonio González Z.
Consuelo Santos Sanz, esposa del Dr. Nevado
“Yo he sabido después que mi marido había pedido al beato Josemaría la curación de sus manos. Yo me di cuenta de que las lesiones de sus manos iban mejorando mucho en poco tiempo”.
Dr. Isidoro Parra Ortiz, Profesor de Dermatología
“En mi experiencia, suficientemente amplia en este tipo de lesiones, se trata de una evolución inesperada e inexplicable: la evolución habitual de las lesiones propias de la radiodermitis crónica es crónica y progresiva, hacia la malignización, nunca a la curación.”
Luis Eugenio Bernardo Carrascal
“Con los mejores deseos de poderle ayudar en algo, le ofrecí una estampa con la oración para la devoción al fundador del Opus Dei... y le invité a que se pusiera bajo su protección y le encomendara la curación de sus manos.”
Dr. Ginés Sánchez Hurtado, Profesor de Dermatología
“Nunca hasta ese momento yo pude observar en tanto tiempo que estas lesiones, que siempre evolucionan a más, se hubieran reducido, que hubieran desaparecido sin tratamiento alguno”.
Sor Carmen Esqueta, enfermera
Sor Carmen Esqueta Cabello es religiosa Mercedaria de la Caridad. Conoce mucho al Dr. Nevado, porque le ayudó muchos años en el quirófano. "Puedo decir que me enseñó todo lo que sé", afirma. También vio muy de cerca cómo la enfermedad del Dr. Nevado llegaba a impedirle trabajar.