Opus Dei

Es mucho lo que ya tenemos en común todos los cristianos. Con todo, la división que aún existe es una herida en el cuerpo de la Iglesia. Ante la semana para la Unidad de los Cristianos proponemos este artículo sobre el Ecumenismo.

Se cumplen setenta y cinco años de la primera clase de formación cristiana que dio san Josemaría a gente joven en los comienzos del Opus Dei: el 21 de enero de 1933.

Una nueva placa en la capilla del Hospital Carlos III (antiguo Hospital del Rey), en Madrid (España) recuerda el trabajo sacerdotal de San Josemaría entre los enfermos.

Vesta Ostoic tiene 3 hijas y vive en un pueblo de Namibia, a 900 km de la ciudad. Se trasladó allí desde Londres, pues su marido trabaja en una empresa minera. En su situación, recibir formación cristiana y hacer apostolado es un poco más difícil... pero no imposible.

Con estas letras, Mons. Javier Echevarría recuerda que los cristianos -respetando la libertad de todos- deben transmitir su fe, con el ejemplo y con la palabra.

Cuando en 1946 llegó a la Ciudad Eterna, san Josemaría Escrivá se llevó una gran alegría al comprobar que en sus calles abundan las representaciones de la 'Madonna'.

"Tengo 27 años y soy supernumeraria del Opus Dei. Trabajo como nutricionista en un hospital. Todas las mañanas, de camino al trabajo, le 'echo mi cuento a Dios'". Así es la vida ordinaria de Luisa Elena Villamizar.

Centenares de personas provenientes de Mena del Hierro, Pisulí o Jaime Roldós (sectores marginales de las faldas septentrionales del volcán Pichincha, Quito) acuden cada semana a la Fundación AFAC, en Cotocollao para recibir consulta médica, adquirir medicamentos y vestuario a precios asequibles, participar en talleres de capacitación, y asistir a clases de doctrina cristiana. Y en el último año 400 niños han venido al mundo allí.

En 1972, un hombre perdió en un accidente de coche a su mujer y un hijo. San Josemaría quiso ayudarle con unas palabras de consuelo. Ante tanto dolor, el santo preguntaba a Dios: “¿Por qué?” (01’48’’).

En la Misa que celebró en el Vaticano con motivo de la festividad de la Maternidad divina de María, Benedicto XVI reveló cuales son sus deseos para el año que comienza: que la familia se fortalezca y que la paz llegue a todos los lugares.