Opus Dei

Don José Luis fue una inspiración para miles de personas de todos los estratos sociales. Este documental recoge algunos testimonios de quienes le conocieron a lo largo de su vida.

Cuando mi hermano me dijo que pensaba abandonar a su familia, me dirigí a don Álvaro del Portillo.

Necesitaba que la Universidad me permitiera incorporarme más tarde.

Constanza Crestuzzo es voluntaria del Centro Misericordia ubicado en La Pincoya, Santiago, además de ser una activa profesional. Explica, como toda enamorada, las consecuencias de sentirse llamada por Jesús y responderle además mediante una ayuda concreta a los demás.

Llevábamos tiempo fuera del país y encontrar un buen trabajo a la vuelta iba a resultar muy complicado.

El Papa Francisco ha clausurado el Sínodo de los Obispos con una misa celebrada en la Basílica de San Pedro. En su homilía, el Pontífice ha indicado tres pasos fundamentales para acompañar el camino de la fe: escuchar, hacernos prójimos y testimoniar en nombre de Jesús.

Estábamos pasándolo tan mal que mis cuñadas y mi suegra nos tenían que ayudar.

Mons. Fernando Ocáriz ha escrito una carta con ocasión de la próxima beatificación de la fiel del Opus Dei: “Una vida al servicio de Dios y de los demás, también de los más necesitados, puede estar llena de alegría y sentido”, dice.

Cristina Regojo tenía cuatro años cuando Galicia sufrió la mayor epidemia de meningitis de Europa occidental. Miles de niños enfermaron y muchos murieron. Ella quedó completamente sorda. Pero gracias a sus padres, supernumerarios del Opus Dei, y a la ayuda de su marido, logró estudiar Medicina y fundar la Asociación Española contra la Meningitis.

Mis plaquetas estaban bajando continuamente y pedí a don Álvaro que me ayudara.