Ser enfermo es un gran trabajo
Cuando el horizonte laboral se comienza a cerrar, la fe y la oración abren otros panoramas.
Un trabajo más allá de la medida
"En sí el trabajo es bueno, es algo querido por Dios". Estas palabras de don José María Hernández Garnica siguen animando e impulsando a muchos a santificar su trabajo acudiendo a su intercesión.
Encontré trabajo en medio de la pandemia
En unas circunstancias difíciles, a mi edad y en escasez laborar en mi país, puedo afirmar que este nuevo empleo fue gracias a Chiqui.
El ordenador volvió a funcionar
Después de probar distintas opciones para que el ordenador volviera a funcionar, decidí pedir ayuda a don José María Hernández Garnica. Y el ordenador comenzó a funcionar.
Gracias a don José Mª diez años después
El médico nos dijo que el fallecimiento de mi mujer era inminente. Lo encomendé a Don José Mª y ante la sorpresa de todos se recuperó.
"Si me curas lo escribo"
Después de una semana con dolores al tragar, le pedí ayuda a don José María Hernández Garnica e inmediatamente cesó el dolor.
Ayuda a los ingenieros de minas
Queríamos casarnos... pero mi contrato laboral finalizaba en unos días. ¿Qué podíamos hacer? Soy ingeniero de minas así que acudí a la intercesión de mi “colega” José María Hernández Garnica.
Una cadena de oraciones en el corazón de Barcelona
Compartimos varios favores recientemente recibidos que muestran la devoción a José María Hernández Garnica -"Chiqui" para los más amigos- cuyos restos reposan en la iglesia de Santa María de Montalegre de Barcelona.
Los siguientes favores que he recibido
Tiempo atrás escribí contándoles unos favores que me había hecho don José María.
Terminar la tesis en el plazo previsto y con buena nota
Recibí un aviso de mi escuela de ingenieros indicándome que si no terminaba la tesis en un plazo o debía abandonar.