Voluntarias españolas llegaron a Costa Rica para dar alegría y enseñanzas a los menos favorecidos

El nueve de julio (2019) llegaron a Costa Rica un grupo de diecisiete universitarias españolas. Su objetivo: compartir durante dos semanas con poblaciones menos favorecidas de San José, como La Carpio y Pavas.

El nueve de julio (2019) llegaron a Costa Rica un grupo de diecisiete universitarias españolas, con edades entre los dieciocho y veinticinco años, provenientes de Madrid. Su objetivo: compartir durante dos semanas con poblaciones menos favorecidas de San José, como La Carpio y Pavas.

Algunas de las voluntarias asisten a medios de formación en el Colegio Mayor Alcor; otras —sin conocer mucho del Opus Dei y sin conocerse entre ellas—, vinieron con una gran ilusión de “cruzar el charco” y conocer otra realidad.

El grupo inició el voluntariado en Sifais (una iniciativa en La Carpio, que promueve la superación personal e integración social por medio de la enseñanza y aprendizaje de destrezas artísticas), lugar donde compartieron con niños y adolescentes de escasos recursos, quienes buscan la superación personal por medio del desarrollo de diferentes destrezas.

En palabras de Lola Esteban, voluntaria española: “durante estas dos semanas llevamos a cabo la Jornada de Luz, la cual consiste en el desarrollo de diferentes talleres de belleza, cuidado de adultos mayores y estimulación temprana, entre otros. Los hemos organizado con base en nuestros conocimientos, para poder así compartirlos con la comunidad”.


Por otra parte, las universitarias visitaron la comunidad de Pavas, lugar en el que impartieron talleres de emprendedurismo a mujeres que asisten a los cursos del Centro de Capacitación Surí, una iniciativa social impulsada por el Opus Dei, y les brindaron consejos para potencializar sus negocios. “Lo que más nos impresionó fue ver cómo se ayudan entre ellas, para sacar sus emprendimientos adelante. Se les nota el interés de una por la otra”, comentó Blanca, voluntaria y una de las encargadas del grupo.

En la comunidad de Pavas visitaron familias de escasos recursos, con quienes compartieron —y sin duda vieron—, otra realidad diferente a la que están acostumbradas. Además, conocieron el Centro Diurno San Antonio de Padua, ubicado en la misma localidad, donde acompañaron a los adultos mayores que asisten a diario al centro.

Asimismo, la visita a Costa Rica les permitió hacer voluntariado y conocer un poco del país. Visitaron la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles en Cartago, el centro de la capital y también hubo tiempo para ir a algunos parques nacionales.