Fieles de todas partes del país llenaron la Catedral Metropolitana. Mucha gente siguió la Santa Misa de pie, en los pasillos.
Diana Trejos, esposa y madre de familia comentó “Para mi venir a la misa es una acción de gracias a Dios, y al Opus Dei por los cambios que ha suscitado en mi vida y en mi familia y por todo lo que viene.”
Johanna Valerio, esposa y madre de familia también comentó: “vengo con mucha alegría a la misa. Para mí el camino que nos enseñó San Josemaría nos ayuda a llegar a Dios”.
A la Sta. Misa también asistieron estudiantes no católicos. Para Francella Orozco: “es una experiencia nueva para mí. Creo que uno debe estar abierto a conocer cosas nuevas y descubrir la Fe. La Obra me ha ayudado a mejorar mi vida, pienso que San Josemaría ha creado en el Opus Dei un ambiente de familia”
Esposa y madre de familia, Michelle Marenco asistió con ilusión: “Vine a agradecer un favor por intercesión de San Josemaría, por mi esposo. Conocí el Opus Dei a través de unas amigas y las enseñanzas de él me han ayudado a tener una vida cristiana mejor”
Mons. Óscar Fernández Guillén tomó como base para su homilía las lecturas propias de la Misa de san Josemaría. Se dirigió a los fieles recurriendo a la oración colecta propia de la Misa donde se pide a Cristo que nos configure con su hijo Jesús y que en el trabajo ordinario, hecho con ardiente amor, nos entreguemos al apostolado, y a la obra de la redención; petición que no sólo atañe a los fieles del Opus Dei, sino a todos los fieles de la Iglesia de Cristo Jesús.
Recalcó, siguiendo como hilo la vida de San Josemaría, la actitud de obediencia a la palabra Cristo; animó a tomar conciencia de nuestra pequeñez y a permanecer a los pies de Cristo; enfatizó la necesidad de vivir el desprendimiento de las cosas materiales y a sabernos hijos de Dios.
Antes de terminar la Sta. Misa, Mons. Luis Baura de la Peña, Vicario Regional del Opus Dei en Costa Rica agradeció la presencia de Mons. Oscar Fernández.
Se refirió a la importancia que daba San Josemaría a la acción de gracias por la comunión y la Sta. Misa y cómo animaba a que esa acción de gracias se prolongara en la vida de los cristianos a la vida ordinaria y le llevara a vivir sus convicciones en la vida social.
Como ese día 22 de junio la Iglesia celebra a Sto. Tomás Moro, Mons. Baura mencionó su coherencia cristiana como político y en la vida pública, dando ejemplo de santificación del trabajo.
Hizo también referencia a unas palabras pronunciadas recientemente por el Papa Francisco sobre la necesidad de que la acción de gracias se uniera a saber pedir perdón a Dios por los pecados personales concretos. Mons. Baura terminó sus palabras recordando una jaculatoria de San Josemaría dirigiéndose al Señor: “gracias, perdón y ayúdame más”.