El 20% de los 300.000 habitantes de este distrito madrileño pertenece a la tercera edad. Algunos sufren una enfermedad neurodegenerativa (párkinson, alzheimer, demencia senil...) o terminal. Las incomodidades, molestias y cuidados que deben afrontar diariamente estos pacientes rebajan su calidad de vida y la de sus familias.
El Centro de cuidados ‘Laguna’ pondrá a su servicio un equipo de médicos, especialistas sanitarios y voluntarios que aliviarán la situación de estos enfermos sin curación a corto plazo. Su labor consistirá en acompañar a estas personas y hacerles llevadera su enfermedad mediante la destreza de la enfermería, los conocimientos médicos disponibles y la comprensión personal.
José Mª Guerra, vicepresidente de la Fundación Vianorte, afirmó en la presentación que los promotores de ‘Laguna’ se han basado en las enseñanzas del beato Josemaría para lanzar esta iniciativa de servicio, con motivo de la proximidad de la canonización del Fundador del Opus Dei.
Dada la necesidad actual de este servicio, ‘Laguna’ iniciará su trabajo a mediados de octubre en unos locales provisionales en el propio distrito de Latina. La Fundación Vianorte, de acuerdo con los responsables públicos, ubicará el Centro definitivo en el barrio de Lucero (Latina, Madrid), en una parcela de 4.500 m2 cedida por el Ayuntamiento de Madrid.
Necesidad urgente
José Mª Román, director del proyecto ‘Laguna’, ha dicho que la puesta en marcha de este centro de cuidados en el barrio de Lucero responde a una necesidad “urgente y emergente. Ponemos al servicio de los gestores públicos sociosanitarios una iniciativa al servicio de los más desfavorecidos. A ellos les dará más dignidad en las últimas etapas de la vida, descargará a sus familias y será un soporte para el sistema público”.
El Centro de cuidados ‘Laguna’ contará con: un centro de día, unidades de cuidados paliativos a domicilio, una escuela de formación de cuidadores -dirigida a profesionales, familiares de los pacientes y voluntarios-, y una unidad de ingreso.
Según Carlos Centeno, médico especialista en cuidados paliativos y miembro del comité científico del Centro, “el enfermo terminal tiene múltiples necesidades. No sólo físicas, sino también psíquicas, sociales y espirituales. Son muchas las esferas que exigen atención”.
En España, existen actualmente 300 centros de cuidados paliativos. Según Centeno, ‘Laguna’ aportará una importante novedad: “Es la primera vez que se integran en una única sede las unidades de cuidados paliativos y de atención psicogeriatrica. Al estar concentrados los servicios sanitarios, de atención y de formación, la eficacia del centro se triplicará”. Otra de las novedades, explicó Centeno, es la vocación educativa de este Centro: “Vamos a ‘enseñar a cuidar’ a las familias de los pacientes, que tantas veces se hallan desarmadas ante una enfermedad que no saben cómo afrontar”.
Origen del proyecto
Los miembros de la Fundación Vianorte señalan al beato Josemaría como el inspirador del proyecto. Durante toda su vida, alentó en numerosas ocasiones a los miembros del Opus Dei a promover, bajo su responsabilidad y movidos por una inquietud cristiana, diversas iniciativas que ayudaran a resolver los problemas humanos concretos del ambiente social en el que se desenvolvieran.
Entre los enfermos y pobres de esta ciudad, desarrollo el beato Josemaría su trabajo sacerdotal en los años 30. Con motivo de su próxima canonización y del centenario de su nacimiento (1902-2002), la Fundación Vianorte ha querido colaborar con este centro de cuidados en la resolución de una de las necesidades sociales de Madrid.
Los fondos necesarios para la construcción y mantenimiento del centro procederán de donativos, aportaciones privadas y, cuando corresponda, de programas públicos de impulso a este tipo de iniciativas. Como primera medida para recaudar fondos para la construcción de la sede de ‘Laguna’, se ha celebrado un concierto benéfico en el Auditorio Nacional de Música.
Cuando ‘Laguna’ funcione a pleno rendimiento, ofrecerá un centro de día con capacidad para 50 pacientes, tres unidades de atención domiciliaria sociosanitaria -compuestas por un médico, una enfermera y un asistente social- atenderán a 75 personas y sus familiares, una unidad de ingreso con 20 camas -para estancias cortas de alivio familiar o necesidades puntuales de los pacientes-.
Además, se creará un centro de formación para profesionales, y otro de fomento y coordinación del voluntariado. Se trata, según los impulsores, no sólo de cuidar a quien requiere atención, sino de “enseñar a cuidar” a las familias de los afectados.