«De Guadalupe se aprende a no ponerse límites, a no conformarse, a volar alto»

“En Vanguardia” es el título de la nueva biografía sobre Guadalupe Ortiz de Landázuri escrita por Mercedes Montero, doctora en Ciencias de la Información e Historia y profesora de Historia de la Comunicación en la Universidad de Navarra.

El libro fue presentado en el edificio Amigos de la Universidad. Foto: Manuel Castells/Universidad de Navarra.

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Mercedes Montero, En Vanguardia. Guadalupe Ortiz de Landázuri, 1916-1975, ediciones Rialp, Madrid 2019, 310 pp.


El libro, presentado en el edificio Amigos de la Universidad ante un nutrido grupo de alumnos, profesores y personal no docente, aporta numerosos detalles históricos de la vida y trayectoria de la futura beata.

¿Por qué una historiadora escribe una biografía sobre Guadalupe?

Fue un encargo, ¡un encargo que me encantó! Guadalupe daba mucho juego. Era una mujer pionera. Era un reto. Y me encantan los retos. Tenía que contar la vida de una mujer que ha hecho historia y me parecía apasionante.

Has descrito tu libro como una biografía. ¿Es literatura de santos?

La verdad es que nunca había escrito una biografía, y me ha parecido dificilísimo. Tenía muy claro que quería escribir todo menos una hagiografía. Me encontré una mujer adelantada, que era cristiana e iba a ser beatificada.

Foto: Manuel Castells/Universidad de Navarra.

Ninguna de las mujeres de esa época en España cuenta con una biografía. “En Vanguardia” viene a llenar ese hueco. Guadalupe contribuyó con su vida a hacer grandes cambios en la sociedad. Cuando en 1910 las mujeres pudieron ir a la Universidad en igualdad de condiciones que los hombres, los archivos indican que había 77 mujeres estudiando. Esas mujeres rompieron el muro. Y una de ellas fue Guadalupe. Consiguieron resquebrajar toda una mentalidad. Se lo debemos todo. Y desde esa perspectiva quise escribir su biografía

¿Guadalupe abre un espacio público? Y si es así, ¿en qué sentido?

¡Por supuesto! Abre un espacio público tanto en el sentido profesional como en el sentido social. Ahora se habla mucho de inclusión y sin embargo no somos nada inclusivos. En general, no nos gusta hablar con gente que piensa diferente a nosotros, que son de otro partido político, de otro equipo de fútbol, no queremos inmigración, construimos muros, ponemos vallas…

Y Guadalupe fue una mujer que jamás puso ningún pero a nadie. Por ejemplo, ahí está su amistad con Ernestina de Champourcin, exiliada exiliada en México, y cuyo marido estaba ligado al Gobierno de la República que dio la orden de fusilar a su padre. Trató muchísimo a la colonia republicana de españoles en México. Y ponía su mismo cariño y dedicación a unos que a otros: a las indias mexicanas que a las universitarias mejor posicionadas. A cada persona la trataba como si fuera única.

Foto: Manuel Castells/Universidad de Navarra.

En el libro aparece su vida familiar, su relación con el Opus Dei, su trabajo... ¿qué aspecto le ha llamado más la atención?

Lo que más me ha impresionado de ella es el porqué de su santidad. Sí, la teoría es que es santa porque ha vivido en grado heroico todas las virtudes y ha intercedido en un milagro. Pero lo que me ha llamado la atención es la relación entre Guadalupe y el Espíritu Santo. A Guadalupe le enseñó a amar a Dios el Espíritu Santo y también todo lo referente al espíritu del Opus Dei. Es impresionante cómo ella es consciente de que sabe lo que tiene que hacer en cada momento, en circunstancias muy distintas, y no sabe por qué, nadie se lo ha explicado y enseñado. Si eso no es el Espíritu Santo ya me dirás qué es…

¿Cómo era su relación con San Josemaría?

Era una relación encantadora. Me he leído todas sus cartas escritas a él. En aquel momento se escribía muchísimo. Guadalupe le trata de una manera entrañable, dejando su alma al descubierto con máxima confianza, contándole sus preocupaciones, sus defectos, sus ilusiones...

Foto: Manuel Castells/Universidad de Navarra.

¿Guadalupe se hubiera sentido reconocida en tu libro?

Se hubiera partido de risa porque no se hubiera imaginado jamás que alguien fuera a escribir alguna vez un libro sobre ella. De Guadalupe hay muchísimas cosas que decir que no he podido contar y me encantaría.

¿Qué podemos aprender de Guadalupe?

De Guadalupe podemos aprender a no ponernos nosotros mismas los techos y límites en la vida. A no conformarnos. A volar alto.

Lo que me ha dejado dentro después de haberla conocido tan a fondo, es que lo único importante en la vida es vivir cara a Dios, porque así se es muy feliz.