Hace ya dos años desde que me decidí a dar un importante giro en mi vida. Quería estudiar fuera de España, y me gustó la idea de venir a Taiwán. Aún sin nada, aquí me vine. Tras un año estudiando el maravilloso idioma, me tocaba dar otro pequeño salto y comenzar mis estudios universitarios. Soñaba con hacerlos en NTU, la mejor universidad del país. Febrero 2017, me desespero. Necesito completar innumerables procesos burocráticos para así poder solicitar una beca que me sostenga y una plaza en alguna universidad local. Los días pasan y no parezco avanzar con los papeleos.
En una de las ocasiones en las que visité el centro de la Obra en Taipéi, quise dirigirme al oratorio para rezar y pedir ayuda. En el ante-oratorio me fijé por primera vez en una estampa amarilla con la foto de una chica muy guapa, era Dora del Hoyo. Desde ese mismo día abandoné totalmente mis "asuntos-Taiwán" en sus manos, acudiendo a su intercesión casi todos los días (aunque quedé con ella en que lo haría a diario...).
No hay palabras para expresar el modo tan extraordinario con el que se han ido completando todos aquellos "imposibles" a lo largo de este curso (documentos, entrevistas, exámenes de chino…). Ahora mismo me beneficio de la Beca Taiwán, con todo pagado durante cuatro años, y esta misma semana comencé mi segundo semestre en NTU. Dora, ¡gracias!
N. F. L.