¡Dora, necesito tu ayuda!

El jueves pasado un tanto desesperado me encaré con Dora y le solicité con "firmeza" que necesitaba su ayuda para "ayer". Gracias Dora, y discúlpame por la urgencia.

Por una disposición administrativa, mi contrato por prestación de servicios laborales fue disminuido sustancialmente en término de días laborables, lo que provocó un serio problema en las finanzas familiares. A partir de ese momento pedí, a través de la intercesión de Dora, que poder compensar ese déficit con otro trabajo. Sin embargo, pasaban los días y semanas sin nada.

El jueves pasado un tanto desesperado me encaré con Dora y le solicité con "firmeza" que necesitaba su ayuda para "ayer". Esa misma mañana recibí una comunicación informándome que me reintegraban la mayor parte de los días que me habían quitado. Gracias Dora, y discúlpame por la urgencia.

A.S.

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