El prelado del Opus Dei en Canarias

Del 5 al 9 de febrero, mons. Javier Echevarría ha realizado un viaje pastoral de tres días a las islas Canarias en el que ha mantenido numerosos encuentros con familias, fieles de la Prelatura y cooperadores.

En la Basílica de Candelaria.

En la isla de Tenerife, primera etapa de su viaje, mons. Javier Echevarría visitó a la Virgen de la Candelaria. Durante su estancia en la basílica, recibió explicaciones del Rector, el padre dominico Jesús Mendoza, sobre la imagen y la historia de esta advocación mariana. Después el prelado firmó en el libro de honor, en el que quiso dejar constancia de su agradecimiento a nuestra Madre de la Candelaria y de su confianza en su intercesión: "Que ella nos impulse a todos a hacer un apostolado sin tregua", escribió. Por su parte, el rector le obsequió con un libro y un medallón de la Virgen que reproduce la imagen que Hernán Cortés llevó a América. "Me alegra mucho que el primer sitio que ha visitado haya sido la basílica de la Virgen", le dijo al despedirse.

Más tarde se reunió, en diferentes encuentros, con familias, fieles del Opus Dei y cooperadores y amigos, que le preguntaron por cuestiones relacionadas con la vida cristiana. En una de las tertulias con las familias, mons. Echeverría animó a los presentes recibir con frecuencia los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía y a ser “cristianos comprometidos, maestros de servicio, que no son indiferentes con los problemas sociales”.

Nacaray.

La segunda etapa del viaje tuvo como escenario Las Palmas de Gran Canaria. En el colegio Guaydil el prelado del Opus Dei se dirigió a unas dos mil personas: entre otros temas, hizo mención a la responsabilidad personal para a ejercer los derechos y cumplir con los deberes del propio estado; a la necesidad de ser buenos ciudadanos y buenos cristianos; y al requisito, vital en las actuales circunstancias históricas, de contribuir cada uno individualmente en la creación de un clima social de comprensión. Monseñor Echevarría pidió también coherencia para manifestar la fe con la propia conducta, y concretamente exhortó a los padres a preocuparse de la educación de los jóvenes: “poned la semilla para las generaciones futuras”, dijo. Por otra parte, animó también a “vivir y defender el pudor, contribuyendo a crear y difundir una moda que respete la dignidad, protestando ante imposiciones que no respeten los valores de una auténtica belleza”.

"Hasta lo más pequeño rebosa de trascendencia"

Mons. Javier Echeverría.

Desde numerosos lugares de la isla de Gran Canaria, llegaron hombres y mujeres de todas las edades para escuchar al segundo sucesor de san Josemaría Escrivá al frente del Opus Dei, que habló en un estrado adornado con plantas típicas de las Islas Afortunadas (buganvillas, calanchoes, proteas, gerveras y azucenas) y un repostero con una antigua representación de Las Palmas. Antes el prelado recibió como obsequio las becas de los colegios Garoé y Guaydil, un cuchillo canario como los que usan los hombres del campo para cortar los racimos de plátano y una canción interpretada por las alumnas de 1º y 2º de Primaria de Guaydil, 'Un barquito de cáscara de nuez'.

Monseñor Echevarría escuchó, entre otras muchas, las historias de Nacaray, una niña de 11 años, enferma de epifisiolisis, y de Rosa 'la rusa', que se convirtió al catolicismo recientemente. “No olvides que hasta lo aparentemente más pequeño rebosa trascendencia, si lo ofrecemos a Dios, que está siempre a nuestro lado”, le dijo a Nacaray.