La sección Vespertina del colegio Los Pinos se puso en marcha en agosto de 1980. El objetivo de esta iniciativa era brindar a las chicas de escasos recursos que viven en zonas cercanas al colegio una educación similar a la que reciben las alumnas de la mañana, y que las familias del colegio Los Pinos apoyaran económicamente esta labor social.
El 11 de noviembre de ese año se iniciaron las clases con 20 alumnas. Las directoras del colegio procuraron desde el principio profundizar en las enseñanzas de nuestro Padre sobre las labores educativas, y escribían con frecuencia al Padre pidiéndole oraciones y contándole las aventuras de estos inicios.
El colegio empezó ofreciendo sus alumnas un bachillerato con especialización en Ciencias Químicas y Biológicas, con la posibilidad de que las que no pudieran terminar los seis años de estudios obtuvieran en tercer curso un diploma en Redacción Comercial, Contabilidad o Promoción de salud. Unos años después, se consiguió que fuera aprobado como colegio técnico con especialidad en artes culinarias, con el objetivo de contribuir a la profesionalización de los trabajos de servicios y en concretos el trabajo del hogar. Las alumnas reciben una sólida formación doctrinal-religiosa, se les prepara para recibir los Sacramentos.
El colegio tiene 182 alumnas y 24 profesoras. Las alumnas hacen prácticas en la microempresa que funciona en el mismo colegio atendiendo el comedor del colegio de la mañana. Cuando terminan el colegio están capacitadas tanto para ingresar a la universidad, como para trabajar en hoteles, restaurantes o iniciar algún negocio propio junto con su familia.
Colegio Los Pinos, Tumbaco, Quito-Ecuador
En el año 1974, San Josemaría acompañado de don Alvaro y don Javier visitó Ecuador y en una tertulia con un pequeño grupo de hijas suyas les dijo: “¿Ya os preparáis para dar a estas hijas un diploma de sus estudios de Ciencias Domésticas? Porque resulta que saben guisar muy bien; saben hacer las limpiezas muy bien; preparar la ropa perfectamente; colocar un ramo de flores en su sitio; poner y quitar una vajilla sin romperla… Han aprendido a hacer todo con perfección, y sería justo –aunque no me guste emplear este término, mi corazón me lo pide-, que mis hijas que se dedican a estas tareas obtengan un diploma” . Este deseo de nuestro Padre, que don Álvaro secundó e impulso luego de la marcha de nuestro Fundador al Cielo, llevo a buscar los modos de poner en marcha en el Ecuador una iniciativa educativa que pudiera hacer realidad este sueño de nuestro Padre, que se fue cumpliendo en distintas etapas.
La primera de estas etapas empezó en el año 1991. Con el fin de ayudar a que las chicas que trabajaban en las Administraciones de los Centros de la Obra pudieran terminar el Bachillerato y hacerlo compatible con su trabajo se abrió en Solana, Administración de la Casa de Retiros de Quito, una sección de la Vespertina de los Pinos.
En el año 1997, se consiguió la aprobación ministerial para el funcionamiento, independiente del colegio Técnico Los Pinos, Tumbaco que contaba con la especialización en Administración de Instituciones de Servicio.
Con la finalidad de brindar estos estudios, ya no solo a las chicas de las Administraciones, sino a chicas que vivieran en la zona de los valles aledaños a Solana se construyó el edificio del colegio, que se estrenó en el año 2001 Actualmente se educan allí 165 alumnas. Las chicas reciben formación humana y espiritual y sus familias se han beneficiado, también, a través de proyectos de capacitación microempresarial para la mujer y con formación doctrinal y preparación para la recepción de los Sacramentos. Las chicas hacen sus prácticas en hoteles y hosterías de la zona, donde se ha reconocido muy bien su trabajo.
Para saber más: Colegio Los Pinos