Muy humanos, muy divinos (V): Para poder ser amigos
Toda amistad genuina supone un esfuerzo tanto por entrar en la vida de los demás como por dejar que tengan espacio en nosotros; en este quinto artículo repasamos algunas virtudes que nos lo facilitan.
Muy humanos, muy divinos (IV): Nosotros, el hábitat de las virtudes
Nuestro anhelo de ser mejores se alimenta del clima en el que vivimos y, a la vez, fructifica en las relaciones con los demás.
Muy humanos, muy divinos (III): Buscar los sentimientos de Cristo
En este tercer artículo nos adentramos en el corazón de las virtudes: qué son, cómo orientan nuestra afectividad y por qué nos hacen más libres.
Muy humanos, muy divinos (II): El camino lo llevamos dentro
Con la fuerza de la fe y la confianza de la esperanza, podemos decirnos: aquí y ahora yo puedo ser luz de Dios, amor de Dios.
Muy humanos, muy divinos (I): Jesús, ¿qué debemos hacer?
En este primer artículo sobre las virtudes humanas consideramos cómo todos nuestros deseos pueden encontrar su armonía en Dios. Descubrirlo lleva su tiempo, pero es liberador.
Para mí, vivir es Cristo (V): la gratitud nos mueve a la lucha
¿Cuáles son los verdaderos motivos que mueven a un cristiano? ¿Qué buscamos cuando decimos que queremos ser mejores? La lucha se debe centrar en Dios, no en nosotros, sugiere este texto.
Para mí, vivir es Cristo (IV): la razón más sobrenatural. Libertad interior
Resumir la ley en el 'amor a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo' no es un precepto cualquiera. El amor no se puede reclamar, y Dios solo nos invita a participar de él después de haber mostrado al hombre su infinito cariño y cuidado.
Para mí, vivir es Cristo (III): formación integral y afectividad
Algunas personas, cuando piensan en la formación, tienden a considerarla como un saber. Sin embargo, no basta un concepto de ese estilo: llegar a la integridad de la persona requiere pensar en la formación como un ser. Se trata de un objetivo mucho más alto: sumergirse en el misterio de Cristo y dejar que la gracia nos vaya transformando progresivamente para configurarnos con Él.
Formación de la personalidad (XI): El fruto maduro de la identidad: el sentido de la vida en el cristiano
Al inicio, durante y al final de la vida, nuestra identidad está siempre haciéndose. En este artículo, último de la serie sobre la formación de la personalidad en clave cristiana, se transparenta la meta de esta carrera: el descanso de nuestra frágil identidad en la de Dios.
Formación de la personalidad (X): Los demás y yo: versos del mismo poema
Tenemos una historia, una familia, un vecindario, una cultura... Cada uno de nosotros es hogar y puede por eso crear hogar allí donde va. El camino siempre abierto de la madurez de la personalidad pasa por vivir y concebir nuestra vida en función de los demás.